Marta Rovira anuncia en una carta que se marcha «al exilio» y no acudirá al Supremo

La secretaria general de Izquierda, Marta Rovira, ha anunciado en una carta que no acudirá este viernes al Tribunal Supremo y que ha utilizara «el camino del exilio». La republicana deja así escrita su intención de dejar Cataluña y el Estado, sin concretar donde se marcha. Rovira asegura que con este «exilio» podrá recuperar su voz política y dice que es «la única forma de alzarse contra el Gobierno del PP». Además, apelando también a su condición de madre, comenta que sólo marchante podrá ejercer este papel con su hija. A la carta, por último, pide que el rencor no se apodere de los independentistas y que no haya «resentimiento».

Marta Rovira ha decidido seguir el camino de Carles Puigdemont, Antoni Comín, Lluís Puig, Clara Ponsatí, Meritxell Serret y Anna Gabriel. Este jueves no intervino al pleno de investidura de Jordi Turull, y después anunciaba que renunciaba a su acta de diputada. Lo que muchos no se imaginaban es que había decidido marcharse de Cataluña y del Estado para «exiliarse» y no se presentaría ante el juez Pablo Llarena, que lo había citado en el Tribunal Supremo.

En una carta que ha dejado en un sobre a sus compañeros de ERC y que se ha hecho pública este viernes, Rovira explica que decide «emprender un camino duro, un camino que, desgraciadamente, tantos de otros que nos preceden han tenido que coger; el camino del exilio». «No puedo esconder la profunda tristeza que oigo alejarme de tanta gente que quiero -y que me quiere mucho. De tantas luchas compartidas durante tantos años con personas que les mueve un único objetivo: cambiar a la sociedad donde viven. Hacerla más justa. Personas dignas. Dejar de ver los paisajes que me rodean desde la infancia, pasear por las ciudades donde he vivido...», escribe con presar para dejar Catalunya atrás.

Y es que la propia republicana asegura sentir «tristeza» al tomar la decisión. «Pero mucho más triste habría sido vivir silenciada interiormente. Sentir mi libertad de expresión censurada por unos tribunales que intimidan y que aplican -descaradamente- criterios políticos. Cada día, cada hora sentía mi libertad limitada por amenazas judiciales arbitrarias. No me sentía libre. No me reconocía. Estas últimas semanas he vivido dentro de una prisión interna», escribe a la carta, recordando el periplo judicial que la instrucción del caso del 1-O lo ha hecho pasar.

Rovira admite que «el exilio será un camino duro», pero considera que esta es «la única forma de recuperar la voz política». Es la única forma que tengo de alzarme en contra del gobierno del PP, que persigue a todo el mundo que está a favor de votar, y que castiga cualquiera que intenta cambiar el preestablecido y el establecido. Un Gobierno que está dispuesto a saltarse el estado de derecho y las libertades civiles para conseguir sus fines políticos», asegura a la republicana a la carta que ha dejado.

Pero no sólo de política habla Rovira para justificar su decisión. En una vertiente más humana, recuerda que tiene una hija, Agnès, y que eso también lo ha ayudado a emprender este nuevo camino. «Las madres sabéis cómo la quiero. Y como de fuerte es el sentimiento de darle todo lo que le pueda dar. El exilio me permitirá hacerle de madre, y se lo merece. Mucho», escribe.

Por último, la dirigente de ERC pide a los independentistas que «no dejen que el rencor se apodere» de ellos. «El análisis de una realidad antidemocrática y profundamente injusta no tiene que dar paso al resentimiento . Contra nadie. Contra nada. Sólo desde el respeto y del amor hacia todos los ciudadanos y todas las opiniones construiremos cambios radicales y profundos. Sólo desde el trabajo conjunto conseguiremos una República para todos», afirma. Además, citando al presidente del partido, Oriol Junqueras, los reclama que «sean fuertes y se mantengan unidos, y que persistan».

Rovira acaba su carta asegurando que marchándose se siente capaz de escribir «con sinceridad y libertad». Y es tal como lo podré hacer desde ahora como secretaria general de ERC, un partido que quiero, que ha dado tanto al país y que todavía tiene que dar mucho más. Viva la libertad, la justicia, la igualdad y la fraternidad. Viva una República catalana para todo el mundo», concluye.

Contenido íntegro de la carta:

Hoy emprendo un camino duro, un camino que, desgraciadamente, tantos otros que nos preceden han tenido que coger. El camino del exilio. No puedo ocultar la profunda tristeza que siento de alejarme de tanta gente que quiero -y que quiero mucho. De tantas luchas compartidas durante tantos años con personas a las que mueve un único objetivo: cambiar la sociedad donde viven. Hacerla más justa. Personas dignas. Dejar de ver los paisajes que me rodean desde la infancia, de pasear por las ciudades donde he vivido ... Siento tristeza, pero mucho más triste habría sido vivir silenciada interiormente. Sentir mi libertad de expresión censurada por unos tribunales que intimidan y que aplican -descaradamente- criterios políticos. Cada día, cada hora sentía mi libertad limitada por amenazas judiciales arbitrarias. No me sentía libre. No me reconocía. Estas últimas semanas he vivido dentro de una prisión interna. El exilio será un camino duro, pero es la única forma que tengo de recuperar mi voz política. Es la única forma que tengo de levantarme en contra del Gobierno del PP, que persigue a todo el que está a favor de votar, y que castiga a cualquiera que intenta cambiar lo prestablecido y lo establecido. Un Gobierno que está dispuesto a saltarse el estado de derecho y las libertades civiles para conseguir sus fines políticos. Tengo una hija, Inés. Las madres saben cómo la quiero. Y cómo de fuerte es el sentimiento de darle todo lo que le pueda dar. El exilio me permitirá hacerle de madre, y se lo merece. Mucho. Os quiero decir una última cosa. No dejéis que el rencor se apodere de vosotros. El análisis de una realidad antidemocrática y profundamente injusta no debe dar paso al resentimiento. Contra nadie. Contra nada. Sólo desde el respeto y del amor hacia todos los ciudadanos y todas las opiniones bastante cambios radicales y profundos. Sólo desde el trabajo conjunto lograremos una República para todos. Como dice Oriol, “En estos días que vendrán, permaneced fuertes y unidos. Transformad la indignación en coraje y perseverancia. La rabia, en amor. Pensad siempre en los demás. En lo que tenemos que rehacer. Persistid porque yo persistiré. Gracias por todo vuestro apoyo. Os quiero”. Y eso es lo que haremos, Oriol. Os escribo, ahora sí, con sinceridad y libertad. Y es tal como lo podré hacer desde ahora como secretaria general de ERC, un partido que amo, que ha dado tanto al país y que todavía tiene que dar mucho más. Viva la libertad, la justicia, la igualdad y la fraternidad. Viva una República catalana para todos! Marta Rovira Secretaria general de ERC