Turull denuncia un «cruce de poderes» en el Estado e insiste en una «solución dialogada»

El diputado de Junts per Catalunya y excandidato a la investidura, Jordi Turull, denunciado este martes en un artículo en 'La Vanguardia' que en el Estado «se está consolidando lo que se podía denominar un auténtico cruce de poderes» después de analizar los argumentos que el juez del Tribunal Supremo expone en su auto. Turull, en el artículo escrito desde la prisión d'Estremera, considera que el debate de investidura «valió la pena» y reitera la necesidad de una «salida dialogada» en el conflicto catalán. «Y una salida dialogada no presupone identificar renuncias, sino identificar posibles salidas que puedan dar curso a aquello que la ciudadanía ha manifestado una y otra vez», añade Turull.

Turull también carga contra Llarena por hacer una «valoración política» cuando en el auto incluye como argumento para el encarcelamiento incondicional y sin fianza «que conviene garantizar el acertado retorno del autogobierno en Cataluña». «Que su valoración política, abusando del poder que la ley le atribuye, lo lleve a dictar prisión preventiva –es decir, sin ningún juicio- es más que una anomalía de un sistema de separación de poderes y garantía de imparcialidad», argumenta.

El diputado de Junts per Catalunya explica que el debate de investidura continuó en el Supremo con las «réplicas de la Fiscalía, de las otras acusaciones –algunos directamente de extrema derecha- y particularmente del juez instructor» y también critica argumentos del juez Llarena para encarcelarlo con «criterios de psicología de estar por casa». Para Turull, es una «falta de respeto». «Pero lo peor no es eso, que ya resulta bastante trágico, sino que lo que lo fundamenta según él: haber-nos declarado inocentes de lo qué se nos acusa», continúa Turull, que señala que «una de las conquistas del Estado de derecho y democrático es poder declararse inocente sin que comporte ninguna represalia».

El diputado de Junts per Catalunya también asegura que ser el candidato a la investidura a la presidencia de la Generalitat fue un «extraordinario honor» y «era lo que tocaba» por «una cuestión de dignidad democrática y por correspondencia con el presidente Carles Puigdemont y Jordi Sànchez». Por otra parte, Turull lamenta que en menos de 24 horas pasara de «presidenciable a presidiario». «El golpe fue fuerte. Pero son más fuertes mis convicciones que sus injusticias. Y por eso estoy sereno y firme», comenta.