La jueza suspende la declaración de Jordi Pesarrodona al no ver delitos de odio ni de resistencia grave
La magistrada ha tomado esta decisión después de escuchar durante más de dos horas el testimonio de un teniente de la Guardia Civil
El concejal de Cultura de Sant Joan de Vilatorrada (Bages), Jordi Pesarrodona (ERC), finalmente no ha declarado este lunes ante el Juzgado de instrucción número 2 de Manresa porque la jueza ha decidido suspender la declaración después de escuchar el testimonio de un teniente de la Guardia Civil. El abogado de Pesarrodona, David Casellas, ha explicado en la salida de los juzgados que la intención de la magistrada es archivar la causa por estos dos delitos, aunque ha pedido la opinión por escrito de la fiscalía y de la defensa antes de hacer la resolución definitiva. Casellas ha relatado que la declaración del mando de la Guardia Civil, que era el responsable del operativo en la escuela Joncadella de Sant Joan de Vilatorrada –donde|dónde se encontraba Pesarrodona el 1-O-, ha sido «muy contundente», ya que ninguno de los hechos que constaban en el atestado de la Guardia Civil que se atribuían a Pesarrodona se sostenían. Por otra parte, la jueza también ha suspendido la declaración del mosso que tenía que declarar como investigado este lunes porque, según los letrados, de la declaración del guardia civil también se ha desprendido que «no habría cometido el delito de desobediencia que le atribuía el atestado».
Visiblemente emocionado, Pesarrodona ha salido de los juzgados de Manresa casi a las tres del mediodía, pero sin haber declarado. La jueza ha decidido suspender la declaración del concejal de Sant Joan de Vilatorrada después de escuchar durante más de dos horas a un teniente de la Guardia Civil, que era el responsable del operativo policial en la escuela Joncadella. El edil de ERC –que se ha hecho conocido por la fotografía con una nariz de payaso al lado de un guardia civil- ha dicho en declaraciones a los medios de comunicación que es una «gran noticia» que la jueza «no haya visto indicios de desobediencia ni de odio». Pesarrodona ha querido agradecer el gran apoyo que ha recibido y ha afirmado que «las narices de payaso sólo son objetos de paz».
Por otra parte, el letrado de Pesarrodona, David Casellas (del Col·legi d'Advocats de Manresa), ha relatado que inicialmente la jueza decidió investigar Pesarrodona por los delitos de odio y resistencia grave a la autoridad «simplemente porque lo decía el atestado de la Guardia Civil». Después de escuchar al teniente de la Guardia Civil, sin embargo, la magistrada «ha visto de oficio que ninguno de los hechos que se atribuían al atestado relacionado con estos delitos se sostenía». Con todo, con respecto al delito de desobediencia por el cual Pesarrodona declaró el pasado 7 de febrero, Casellas ha explicado que esta causa «sigue su curso» y «todavía está pendiente de resolver».
Otro de los letrados que coordina la causa del 1-O en el Bages, Abel Pié, ha querido denunciar que, después de la declaración del guardia civil, ha quedado demostrado que el atestado que elaboró la Guardia Civil «no corresponde» a aquello que pasó en realidad. «Tenemos que recordar que estos atestados sirven para imputar gente» y, por lo tanto, «tenemos que poner en duda si realmente todo aquello que está escrito a los atestados corresponde o no con la realidad».
La magistrada también ha decidido suspender la declaración del jefe de Seguridad Ciudadana de los Mossos d'Esquadra en Manresa, que estaba citado a comparecer como investigado por un delito de desobediencia. Según los letrados del Col·legi d'Advocats de Manresa, la jueza ha tomado esta decisión por el mismo motivo que lo ha hecho en el caso de Pesarrodona, ya que de la declaración del guardia civil se habría desprendido que el mosso no habría cometido ningún delito.
Más de dos horas de declaraciones del guardia civil
Casellas ha dicho que la declaración del guardia civil se ha alargado durante más de dos horas y ha asegurado que ha sido «clave». De entrada, el letrado de Pesarrodona ha detallado que este mando policial ha declarado ante la jueza que en la escuela de Joncadella de Sant Joan de Vilatorrada había desde primera hora de la mañana miembros de observación y vigilancia de la Guardia Civil, pero que cuando llegó el operativo policial «no hubo contacto entre ellos para valorar bien cuál era la mejor manera de acceder al colegio». De hecho, según Casellas, de la declaración del guardia civil se ha desprendido que el pelotón «fue directamente contra la gente concentrada, aunque había otros puntos para acceder al colegio de lo que estaban obstaculizados por la gente». Por eso, el letrado denuncia que esta decisión no respetó los principios que dice que el uso de los medios de la fuerza «tiene que ir acompañado de la congruencia, la oportunidad y la proporcionalidad».
Por otra parte, Casellas también ha relatado que los guardias civiles «sólo dieron el mensaje que actuarían en Pesarrodona». «Le atribuyen un liderazgo que él nunca asumió y le dicen que ya lo conocían de antes», ha denunciado Casellas, que ha lamentado que «en ningún momento alertan a la gente de que abandone el lugar porque está el riesgo de que sufran algún daño».
Otro de los puntos destacados de la declaración del teniente de la guardia civil, según Casellas, hace referencia a la identificación de los agentes que actuaron el 1-O en la escuela Joncadella. Según el letrado, el guardia civil ha dicho ante la jueza que los agentes iban identificados, pero «le hemos enseñado varias fotos donde se ve claramente que no llevan ningún número de identificación». A pesar de eso, el guardia civil «ha insistido que sí que iban identificados». Si finalmente se demuestra que los agentes no llevaban el número de identificación, Casellas ha dicho que valorarán «qué consecuencias se pueden derivar de una declaración de este tipo».
Finalmente, el letrado también se ha mostrado satisfecho porque considera que se ha dado un paso adelante en la identificación de los agentes que protagonizaron las cargas policiales. Según Casellas, se ha identificado el pelotón que actuó en Joncadella y en el instituto Quercus de Sant Joan de Vilatorrada, que provenía de Zaragoza. A partir de ahora, ha dicho al letrado, pediremos a través de escritos que «se hagan nuevas identificaciones a partir de las fotografías que tenemos».