Torra y Sánchez se reúnen con el fin de recuperar relaciones y con la autodeterminación sobre la mesa

A las 11.35h el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha recibido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, en las escaleras de la Moncloa con un apretón de manos. Hacía dos años y tres meses que no se reunían los presidentes de los dos gobiernos. El objetivo del encuentro se rehacer relaciones y recuperar la interlocución después del choque de los últimos seis años que ha llevado a la suspensión del autogobierno de Cataluña. De hecho, Torra se ha marcado como a objetivo la continuidad del diálogo y ya ha puesto sobre la mesa una segunda reunión de cara al otoño en el Palau de la Generalitat. El presidente de la Generalitat quiere centrar el encuentro en cómo Cataluña tiene que culminar el ejercicio de la autodeterminación que, según Torra, se inició el 1-O. Desde el gobierno español ya han dejado claro que esta cuestión «no tiene ningún recorrido» e, incluso, han negado la existencia del derecho a la autodeterminación argumentando que no está previsto en la Constitución. El presidente de la Generalitat espera que el encuentro sea largo y asegura que va con predisposición de dialogar.

Gobierno catalán y español coinciden al valorar como una novedad y una buena noticia el simple hecho de que se produzca la reunión entre los dos presidentes. De hecho, supone un cambio con respecto a la última etapa con Mariano Rajoy en la Moncloa, que se negaba a una reunión con la autodeterminación sobre la mesa. Según adelantó la consellera de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Elsa Artadi, el acuerdo en el orden del día es que se pueda hablar de todo, por lo tanto, también de la autodeterminación. Otra cosa es que se pueda entrar a negociar sobre esta cuestión. La portavoz del gobierno español, Isabel Celáa, ya avisó el viernes pasado de que la autodeterminación «no tiene ningún recorrido» y pidió «inteligencia política» a Torra.

Uno de los principales objetivos de La Moncloa es que esta primera reunión política entre Torra y Sánchez sirva para poner en marcha las comisiones bilaterales, donde se tendrán que tratar los temas sectoriales y económicos pendientes. De hecho, el martes pasado, el gobierno catalán reactivó la parte catalana de estas comisiones designando a los representantes de la Generalitat. Y desde Vicepresidencia y Economía, Pere Aragonès, ya ha advertido que las deudas pendientes del Estado con Cataluña ascienden a 6.000 MEUR. La comisión bilateral más política es la llamada comisión Estado-Generalitat que no se reúne desde el 2011.

La intención de Torra es que esta primera reunión tenga continuidad y, de hecho, ya ha propuesto una segunda reunión de cara al otoño, esta vez en el Palau de la Generalitat. Con respecto al contenido del encuentro, el presidente de la Generalitat ha insistido varias veces en que espera que Sánchez haga una propuesta para Cataluña. «Hacia Madrid a explicar a Sánchez la gravísima situación que el estado español ha creado en Cataluña. Y con la voluntad de escuchar la solución que propone», ha tuiteado el presidente catalán a través de su cuenta de Twitter desde el AVE esta mañana. Fuentes del entorno del presidente de la Generalitat han explicado que Torra espera que la reunión sea larga y que el presidente del gobierno español reconozca el conflicto político. Asimismo, han añadido que el presidente de la Generalitat va con la predisposición de dialogar, que no quiere decir negociar.

Tal como detalló Torra en la sesión de control en el Parlament de la semana pasada, aparte de la autodeterminación también tiene previsto poner sobre la mesa las leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional (TC), la situación de «presos políticos y exiliados» y la necesidad de combatir los vestigios de los franquismo.

La impugnación de la moción del Parlament enturbia el clima

La reunión se produce esta mañana después de que en los últimos días el clima se haya enturbiado a raíz del anuncio del gobierno español de impugnar la moción del Parlament que reitera los «objetivos políticos» de la declaración de ruptura del 9-N del 2015. Una decisión que el presidente de la Generalitat ha calificado de «mala noticia». Aun así, el ejecutivo de Sánchez ha querido desatarla de la reunión Sánchez-Torra diferenciando el camino de la política y el camino jurídico.