La plaza de Catalunya recuerda a las víctimas del 17-A: «La muerte de cualquier hombre me debilita»
Ocho jóvenes de diferentes religiones leen el fragmento de un poema en las lenguas de las víctimas del atentado de hace un año
Las notas del Cant dels Ocells han abierto el acto de recuerdo a las víctimas del 17-A en la plaza de Catalunya, un año después del ataque yihadista en la Rambla y Cambrils. La parte central del acto la han protagonizado ocho jóvenes de diferentes religiones, que han representado las dieciséis personas que perdieron la vida a los atentados, y han leído en las ocho lenguas de las víctimas el fragmento de un poema de John Donne del libro Devocions sobre situacions inesperades . «La muerte de cualquier hombre me debilita porque estoy atado a la humanidad», recita el poema. El silencio y la solemnidad del acto sólo lo ha roto un numeroso colectivo que ha hecho constantes proclamas de apoyo al rey Felipe VI y a España, ante la indignación del grosor del público. La música, sin embargo, ha vuelto a enmudecer la plaza para manchar un acto breve y sencillo, pero lleno de emotividad.
El poema que ha centrado el homenaje a las víctimas habla de humanidad y de ciudadanía, valores muy presentes entre los barceloneses que este viernes han honrado a las víctimas del 17-A: «Nadie es una isla, completo en él mismo. Cada hombre es un añico del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción del suelo, toda Europa queda disminuida, tanto le hace si es un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o tu propia casa».
El texto también habla de la muerte que ahora hace un año se llevó la vida de las catorce personas víctimas de los atentados y de la necesidad de las personas de sentirse próximos: «La muerte de cualquier hombre me debilita porque estoy atado a la humanidad. Por eso nunca preguntes por quién tocan las campanas: tocan para ti», recita el poema.
También ha hecho referencia la periodista Gemma Nierga, conductora del acto que ha aplaudido la actitud de «responsabilidad y bondad» de los ciudadanos después de los atentados y que «define el sentido de las palabras civilización y ciudadanía». «Lo que pasa mío vecino me afecta a mí», asegura Nierga parafraseando a Jonh Donne.
Durante el acto, los familiares de las víctimas han sido el principal centro de atención: Barcelona os acoge y os quiere acompañar en el luto. Cualquier noche puede salir un sol que nos calentará si estamos juntos, nos miramos y hablamos. No dejaremos de acompañaros porque volamos la paz pero no queremos la indiferencia», les ha dicho Nierga, que reconoce que el dolor que viven estas personas es ahora «irreparable» pero espera que sirva para «amar más y mejor».
Un papel primordial durante los momentos y días posteriores al 17-A fue también los de los cuerpos de seguridad y emergencias, representados en las primeras filas durante el acto de la plaza de Catalunya. «Este también es un acto de reconocimiento a un trabajo, esfuerzo y dedicación ejemplar, ha recordado Nierga.
Además del Cant dels Ocells con que se ha abierto el acto, los alumnos de las escuelas de música de Barcelona también han interpretado cuatro piezas singulares para cerrar el homenaje: Imagine, de John Lennon; Somewhere over the rainbow, de The Wizard of Oz; Hallelujah , de Leonard Cohen, y Qualsevol nit pot sortir el sol , de Jaume Sisa, con la que se ha cerrado el acto.
Sin pancartas y con muchas banderas
En la entrada del público en la plaza de Catalunya, los Mossos D'Esquadra no han permitido que la gente accediera en la zona donde se ha hecho el acto de recuerdo a las víctimas del 17-A en la plaza de Catalunya con pancartas con proclamas políticos «por motivos de seguridad». La policía ha invitado aquellos que querían entrar a dejar los carteles a fuera y recuperarlos en la salida porque no se ha requisado este material.
Si que han accedido, sin embargo, muchas personas con banderas, sombreros y paraguas con la bandera española. La presencia de este colectivo ha generado algún momento de tensión antes del acto que no ha ido a más. Durante el acto sin embargo, estas personas han hecho continuos 'vivas' al rey y a España, provocando que el resto de la plaza pidiera silencio por respeto a las víctimas. Sólo la música, sin embargo, conseguía hacer devolver el silencio al acto de homenaje a las víctimas.
Los gritos más fuertes se han sentido en la entrada del monarca, que iba acompañado de la reina y del presidente español, Pedro Sánchez. Antes del acto, los tres han saludado a los familiares de las víctimas, los cuerpos de seguridad y las autoridades catalanas, como la alcaldesa Ada Colau o los presidentes del Gobierno, Quim Torra, y el Parlament, Roger Torrent. También se ha dado una escena curiosa, cuando el rey ha saludado a Laura Masvidal, pareja de Quim Forn, que también ha intercambiado algunas palabras con la presidenta del Congreso, la popular Ana Pastor.