La Rambla se despierta para honrar a las víctimas del 17-A un año después de su peor pesadilla
A lo largo del día se prevén actos de condena de los ataques terroristas a todo el territorio
La Rambla ve levantar un nuevo día con sentimientos enfrentados, entre el llamamiento por la paz, la rabia por el dolor causado y las ganas de honrar a las víctimas de la peor de las pesadillas que ha vivido Barcelona en los últimos 30 años. Hace justo un año la célula yihadista de Ripoll golpeaba el corazón turístico de la capital catalana y una furgoneta se llevaba por delante la vida de catorce inocentes y provocaba decenas de heridos –dos personas más morirían horas después en la Diagonal y en Cambrils. Desde entonces, el 17-A quedará para siempre grabado en la memoria de los catalanes y este viernes, coincidiendo con el primer aniversario de los atentados, se suceden por todo el territorio actos conmemorativos. Las principales convocatorias tienen lugar en el centro de Barcelona. El Pla de l'Os de Miró se vuelve a llenar de flores y velas y la plaza de Catalunya acogerá el acto más solemne de recuerdo a las víctimas.
Persianas arriba, ruido de cafeteras, los primeros turistas, barceloneses con rostro amargo y centenares de medios de comunicación llenan la Rambla de Barcelona desde primera hora de la mañana. Hace un año que el terrorismo yihadista puso la ciudad boca abajo y ahora, un año después de la masacre, vuelve a ser momento para recordar a las víctimas.
Como ya pasó entonces, la espontánea solidaridad de los barceloneses vuelve a hacer desaparecer el famoso mural de Miró bajo una alfombra del flores y recuerdos, y el silencio se apodera por momentos de uno de los puntos de más ebullición de la ciudad. Por el Pla de l'Os pasarán a lo largo del día centenares de personas anónimas, autoridades y representantes de varios sectores políticos, económicos y sociales.
A las diez de la mañana se hará la ofrenda institucional a las víctimas, con presencia de las más altas autoridades de la ciudad, del Gobierno de Cataluña y también del estado español. También asistirán representantes de Cambrils, Ripoll, Alcanar y Subirats, así como de Rubí, Sant Hipòlit de Voltregà, Vilafranca del Penedès y Zaragoza, municipios de algunas de las víctimas.
Más tarde estarán también los representantes de los CDR, el gremio de taxistas de Barcelona, que protagonizará una marcha lenta por las calles de Barcelona y hasta la Rambla, o los mismos comerciantes de la Rambla y el mercado de la Boqueria, que elevarán globos blancos en recuerdo a las víctimas.
El otro punto de atención de la jornada será la plaza de Cataluña, donde se hará el acto institucional de recuerdo a las víctimas. Estará conducido por la periodista Gemma Nierga, incluirá la lectura de un manifiesto en las siete lenguas de las víctimas mortales y la interpretación del 'Cant dels Ocells' por parte de las escuelas municipales de música de Barcelona.
Entre los últimos días, la tensión política en Cataluña ha provocado que se hayan hecho constantes llamamientos a la neutralidad de este acto y a no utilizar a las víctimas del 17-A como arma política. Sin embargo, está previsto que antes del acto se concentre a la altura de Canaletes la Unión Monárquica, que convoca un acto de apoyo al rey Felipe VI.
Reunión extraordinaria de Gobierno
Más allá de los principales actos oficiales en la Rambla y en plaza Catalunya, la agenda del Gobierno empezará a las nueve menos cuarto de la mañana, con una reunión extraordinaria presidida por Quim Torra, que posteriormente ofrecerá una declaración institucional con motivo de la conmemoración del 17-A.
Por la tarde, una representación del Gobierno encabezada por el presidente se desplazará a Sant Joan de Vilatorrada para reunirse con el exconseller Joaquim Forn en la prisión de Lledoners y participar en el acto organizado por la ANC y Òmnium en las puertas del centro penitenciario para homenajear a las víctimas de los atentados, así como en los cuerpos de emergencias que actuaron después del ataque.
Un monolito para Pau Pérez y una misa para Pepita Codina
También fuera de la capital catalana, algunos de los actos más emotivos que se prevén tendrán lugar por la noche en los municipios de Vilafranca del Penedès y en Sant Hipòlit de Voltregà (Osona), villas natales de Pau Pérez y Pepita Codina, dos de las dieciséis víctimas mortales de los atentados terroristas.
Pau Pérez es el joven que chocó en la Diagonal con el conductor de la furgoneta de la Rambla, Younes Abouyaaqoub. El terrorista lo asesinó para continuar su huida en coche y acabó abandonando vehículo y cuerpo en Sant Just Desvern. Ahora el Ayuntamiento de Vilafranca instala un monolito a de mármol en la entrada de la zona deportiva municipal, en recuerdo al joven.
En Sant Hipòlit de Voltregà se hará un acto sencillo de recuerdo y afecto a Pepita Codina y una misa en la Iglesia Parroquial en recuerdo al conjunto de víctimas de los atentados terroristas. Por todo el país también se han convocado minutos de silencio delante de diferentes Ayuntamientos a lo largo de todo el día.