La mossa que abatió al atacante de Cornellà declara ante el juez que tuvo la sensación que la quería matar
La agente hizo hasta cuatro tiros al individuo porque el hombre no bajaba el cuchillo con el que la amenazaba
La mossa d'esquadra que abatió al atacante de Cornellà ha declarado ante el juez que tuvo la sensación que la quería matar y que era un ataque terrorista, según ha adelantado El País y han confirmado fuentes de su defensa a la ACN. La agente hizo hasta cuatro tiros porque el hombre no bajaba el cuchillo con que la amenazaba. La defensa del agente, que lleva el sindicato policial Uspac, ha querido dejar bien claro que con cada tiro la mossa dio un paso atrás, pero que el atacante no dejaba de avanzar. «Si hubiera bajado el cuchillo no habría habido más tiros», ha explicado el secretario y portavoz en funciones del sindicato, Francesc Vidal.
En el marco de la investigación ayer martes por la mañana se reconstruyó el hecho en la comisaría de Cornellà y se constató, según ha explicado Uspac, que entre el momento que el atacante se abalanzó sobre el agente en la recepción de la comisaría y el momento en que cayó al suelo pasaron un máximo de quince segundos.
El hombre llamó a la puerta de la comisaría hacia las seis de la madrugada con la excusa de hacer una consulta. Una vez dentro se dirigió al agente de los mossos, en la recepción, y en cuestión de según intentó agredirla con un cuchillo de grandes dimensiones a través de la ventanilla del panel que separa a los agentes de las personas que entran en la comisaría, según ha confirmado Vidal. El hombre profirió la palabra 'Alá' y algunas otras en árabe que la mossa|moza ya no consiguió entender.
El agente pudo esquivar el ataque y corrió por un pasillo|pasadizo hacia dentro de la comisaría pidiendo ayuda a un sargento que acababa de empezar el turno. Los dos dieron el alto al atacante, que, según la declaración que los dos han hecho ante el juez, lo había perseguido por el pasillo y que siguió avanzando y amenazándolos con el cuchillo hasta que estuvo a un metro de la mossa.
Fue entonces cuando la agente sacó el arma reglamentaria e hizo la secuencia de tiros y pasos atrás intentando que el hombre desistiera de su actitud, hasta que cayó abatido. El sargento ha declarado ante el juez que también temió por su vida y ha afirmado que si no hubiera disparado a la mossa lo habría hecho él.
Según se desprende de la investigación, tres de los cuatro dispares consiguieron su objetivo. Los tiros tocaron el brazo, la pierna y la cabeza del atacante, a la espera de un informe de balística que tiene que determinar con exactitud la orden de los impactos.
Hay que recordar que el caso se investiga en la Audiencia Nacional, por si finalmente se puede considerar un ataque terrorista, y al juzgado de Cornellà, que investiga la actuación de los policías.