La sala de vacaciones del Supremo se reúne este viernes para decidir si da el permiso extraordinario a Bassa
La Fiscalía avala que pueda salir de la prisión para ir al hospital porque operan a su madre
La sala de vacaciones del Tribunal Supremo (responsable de tramitar asuntos urgentes durante agosto) ya se encuentra reunida desde primera hora para decidir si da el permiso extraordinario a la exconsellera Dolors Bassa porque operan a su madre. La Fiscalía del Tribunal Supremo es favorable a conceder este permiso a la exconsellera Dolors Bassa para salir puntualmente de la prisión y pide que sea conducida por la policía en todo momento. La defensa de Dolors Bassa, ejercida por Mariano Bergés, presentó el miércoles una petición a la junta de tratamiento de la prisión de Puig de les Basses y también ante el Tribunal Supremo solicitante un permiso puntual y extraordinario para poder asistir a una operación que inminentemente le harán a su madre. La junta de la prisión se reunió el jueves de urgencia y también dio su visto bueno a que Bassa pueda salir de la prisión para poder estar al lado de su madre. Su letrado ha pedido que, en caso de concedérsele, no haya ninguna manifestación ni movilización para «respetar la intimidad de la familia».
Este viernes Dolors Bassa sabrá si puede salir de la prisión del Puig de les Basses para ir al hospital y visitar a su madre. La sala de vacaciones ya está reunida para decidir sobre la petición hecha por su letrado, que ya cuenta con el aval tanto de la misma prisión como de la Fiscalía.
A través de Twitter, el abogado de Bassa, Mariano Bergés, ha pedido en nombre de la familia que, si finalmente se concede el permiso, no haya concentraciones para respetar la intimidad y permitir que el permiso se desarrolle de manera normal. «Es muy importante, gracias por la comprensión», escribe el letrado.
Un gesto por parte de la Fiscalía
La Fiscalía, no oponiéndose al permiso, hace un gesto que sólo tiene un precedente por lo que hace a la causa contra los líderes independentistas. El pasado mes de marzo, el ministerio público solicitó libertad bajo fianza de 100.000 euros para Joaquim Forn, aunque el juez no le concedió. Como la acusación popular, ejercida por el partido ultraderechista VOX, mantuvo la prisión incondicional, el juez Llarena se pudo coger a esta petición y mantuvo Forn entre rejas. Una decisión que, posteriormente, también afianzó la sala de apelaciones.