Generalitat y gobierno se comprometen a garantizar la neutralidad del espacio público
Aunque no han concretado qué harán en el caso de la colocación o la retirada de los símbolos a favor de los políticos presos
La Generalitat y el gobierno español se han comprometido este jueves a garantizar la «neutralidad» del espacio público, sobre todo en relación en los lazos amarillos en las calles. Aun así, no han concretado qué harán en el caso concreto de la colocación o la retirada de estos símbolos a favor de los políticos encarcelados. Después de tratar la cuestión en la Junta de Seguridad de Cataluña, el conseller de Interior, Miquel Buch, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, han coincidido en la voluntad en apaciguar los ánimos y mantener la convivencia en las calles, pero no han detallado cómo se hará. Buch ha negado problemas de convivencia y ha recriminado a Cs los llamamientos a retirar lazos amarillos.
Según fuentes conocedoras de las conversaciones, no se denunciará nadie por colocar o sacar lazos si no hay ningún incidente violento, y en todo caso Buch ha instado a la ciudadanía a llamar a los Mossos si constatan algún problema.
El ministro ha insistido mucho en la necesidad de mantener la «neutralidad» del espacio público, que ha calificado de «lugar de encuentro de todo el mundo, de convivencia, de enriquecimiento» y donde se tienen que poder ejercer los derechos y libertades. De hecho, se ha mostrado preocupado por la convivencia ciudadana. Según él, existe cierta percepción social que actualmente en ciertas zonas de Cataluña «no existe un espacio público adecuado donde todo el mundo pueda ejercer sus derechos con tranquilidad o no se monopolice este espacio por parte de una ideología concreta». Según el ministro, la Conselleria y los Mossos se han «comprometido» a que «los espacios de convivencia sean espacios de encuentro» y «neutrales».
Por eso, el Ministerio ha ofrecido sus efectivos de policías y guardias civiles para ayudar a los Mossos d'Esquadra si estos lo piden, aunque ha asegurado que confían plenamente en la policía catalana. «Me preocupan los enfrentamientos en la calle, queremos espacios libres de amenazas y violencia», ha finalizado.
No obstante, Buch ha dicho que no considera que haya un problema de convivencia, aunque durante la segunda quincena de agosto ha habido «más hechos» polémicos relacionados con los lazos a causa, según él de los «llamamientos» hechos por «un partido» político determinado, en referencia a Cs. Por eso, ha pedido a todo el mundo que llame a los Mossos cuando presencie algún incidente, porque «los Mossos están en todo el país, lo conocen y trabajan con mediación para resolver los pequeños conflictos». «No caigamos en provocaciones, hay alguien a quien lo interesa la confrontación», ha remachado. De hecho, ha dicho que los lazos amarillos sólo reivindican la libertad de los políticos presos y ha recordado que se cuelgan desde octubre del año pasado, pero la mayoría de polémicas han tenido lugar a finales de verano.
Preguntado sobre la presencia de símbolos políticos en los edificios públicos, Grande-Marlaska ha recordado la sentencia del TSJC de principios de verano contra la colocación de una estelada en una plaza por parte del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès. El ministro tampoco ha querido entrar en el detalle sobre los casos en el que algún policía o guardia civil ha actuado violentamente en incidentes, ya que están judicializados, pero ha concretado que los expedientes internos no avanzarán mientras los casos los investigue un juez.