Judicial
Narcís Serra asegura que los aumentos de sueldo fueron aceptados por la Generalitat y el Banco de España
El expresidente de Catalunya Caixa explica que el salario «se acercó por etapas» a la media de las cajas catalanas
El expresidente de Catalunya Caixa Narís Serra ha asegurado este jueves en la Audiencia de Barcelona que el aumento de sueldo del exdirector general Adolf Todó se debía al compromiso contractual «de acercarse por etapas» a la media de las retribuciones de los máximos ejecutivos de las cajas de ahorros catalanas. De hecho, Serra ha dicho que por primera vez a la historia de la entidad el sueldo del director general se comunicó al consejo de administración, ya que anteriormente se pactaba sólo entre él y el presidente. Además, ha dicho que el aumento de los sueldos fue aceptado por la Generalitat y el Banco de España. Serra lo ha dicho en respuesta al fiscal, que lo ha interrogado durante cerca de dos horas al inicio del juicio por administración desleal.
Durante el interrogatorio, Serra ha defendido en todo momento que Caixa de Catalunya iba lo bastante bien económicamente antes de la crisis y se adelantó a la problemática del sector, reduciendo las inversiones inmobiliarias. Cuando al principio del 2008 llegó Todó al cargo, procedente de Caixa Manresa, se le prometió un aumento de sueldo para equipararlo a la mediana, con el mismo número de cajas por debajo y por encima, de las otras entidades catalanas. Para alcanzar este fuerte incremento se decidió hacerlo por etapas. No obstante, el incremento no consta en el contrato de Todó, sino sólo en los debates del consejo de administración y de la comisión de retribuciones.
De hecho, Serra ha dicho varias veces que querían que Todó siguiera en la empresa y no se sintiera «defraudado», ya que tenía «oportunidades» para marcharse, y eso lo hizo subir las retribuciones que, según el fiscal, podían llegar a los 12 millones de euros entre todos los conceptos, cifra que Serra ha considerado «prudente».
Antes de que la entidad desapareciera como tal y fuera rescatada por el FROB, Serra ha dicho que quiso cumplir el compromiso con Todó. En todo caso, los sueldos se comunicaron a la Generalitat y al Banco de España, con quien había una «comunicación fluida».
Aun así, ha admitido que algunas remuneraciones del sector financiero no le parecían adecuadas. De hecho, para fijar las indemnizaciones a algunos directivos que dejaban la entidad, Serra pidió un informe externo para pagar «el mínimo para no llegar a los tribunales», ya que algunos de ellos llevaban muchos años a la entidad. Finalmente, el informe jurídico externo permitió pagar indemnizaciones inferiores a las inicialmente propuestas por los propios servicios jurídicos de la entidad.
Sobre la situación de la caja de ahorros, Serra ha explicado que cuando los números empezaron a empeorar en el 2008 y en el 2009, la entidad se fusionó con Caixa de Manresa i Caixa de Tarragona, a finales del 2009. En el 2010 hubo tres trimestres seguidos de crecimiento del PIB, cosa que hizo pensar que la crisis ya había pasado, pero en el 2011 llegó «la crisis más grave del último siglo y más fuerte que la del 2008».