Un inspector de la policía española durante el 1-O pone en duda si lo que tenían los heridos era «sangre o pintura»

Un inspector jefe de la policía española ha reconocido este martes ante el juez de Barcelona que investiga la actuación del 1-O que había un centro de mando del cual continuamente recibían órdenes, pero no ha especificado quién formaba parte. Así lo ha explicado el abogado de Irídia Andrés García Berrio, después de las declaraciones como investigados este martes de un inspector, un subinspector y dos agentes que actuaron en las escuelas Mediterrània, Pau Claris y Pia de Sant Antoni. El inspector jefe ha defendido la actuación policial y ha afirmado que se enfrentaban a un «muro humano» y que se encontraron con la »actitud hostil» de las personas congregadas en los centros. El inspector también ha justificado un golpe de porra en la cara de una mujer por parte de un agente y ha asegurado que en algunas ocasiones se puede actuar así.

Según ha explicado García Berrio, el inspector ha reconocido que había un centro de coordinación, conocido como 'mando de unidad de intervención', pero no ha especificado ni quién formaba parte ni quién se comunicaban, si bien se ha entendido que era por radio. Con todo, las comunicaciones que se habrían producido entre los mandos de este centro y los subordinados no se han entregado para la instrucción.

Los policías que han declarado este martes no han aclarado si alguien les dio la orden de cargar contra las personas concentradas en las escuelas. Los investigados han respondido a las preguntas del juez, del fiscal y de las defensas, pero no de las acusaciones. Lo que sí que han explicado es que habían recibido la orden de actuar con el criterio policial de «rapidez» y «mayor celeridad» para retirar las urnas y poder salir de los centros.

El inspector también habría señalado ante el juez que se encontraron con la »hostilidad» y la actitud «agresiva» de las personas concentradas a fuera. Para la abogada de Irídia Marta Bolinches, esta afirmación es «especialmente grave» porque «ellos mismos hacen referencia a sus comunicaciones que la actitud de las personas era pacífica».

Los abogados de Irídia también han criticado que las grabaciones de las cámaras unipersonales de los agentes, que se registran sin interrupciones, no hayan sido entregadas para la investigación de forma íntegra.

Justificación del golpe de porra en la cara

El inspector ha justificado que un agente pegara una mujer en la cara con la porra, en la escuela Mediterrània. «Depende del nivel de agresividad, se puede golpear en la cara», habría afirmado el inspector ante el juez instructor. Los abogados de Irídia han tildado estas afirmaciones de «muy graves» ya que dar un golpe de porra al cabo de una persona «es antirreglamentario y está prohibido» y consideran que se tendría que suspender de forma cautelar tanto el agente que golpea como el inspector que lo ha justificado.

Por su parte, el subinspector no se ha reconocido en el visionado de las imágenes como el agente que golpea la cara de la mujer, si bien entonces ha tenido que admitir que era un policía que se encontraba muy cerca de la misma persona en una imagen de un vídeo donde se le ve el número de identificación.

Sangre o pintura

Cuándo se los ha pedido si había personas heridas y con la cara ensangrentada, el inspector jefe ha respondido de que no las vieron y que tuvieron conocimiento más tarde a través de los medios de comunicación, según ha señalado Bolinches. Además, el inspector ha puesto en duda la sangre y ha afirmado que no podían saber «si era sangre o pintura».

El juzgado de instrucción número 7 de Barcelona ha citado a declarar 24 agentes y mandos de la policía española entre esta semana y la próxima por su actuación durante la jornada de referéndum. Este miércoles declararán cuatro agentes más.