Un policía admite que un compañero dio golpes de porra en la cabeza de votantes el 1-O
Tres investigados dicen l juzgado que no tenían orden de cargar pero sí de entrar y salir rápido y no hacer detenciones
Un policía nacional ha admitido este viernes en el juzgado que vio como un compañero suyo antidisturbio golpeó con la porra la cabeza de algún manifestante el 1-O en la escuela Àgora de Nou Barris, en Barcelona. A pesar de las imágenes, el agente ha dicho que él no lo hizo, pero sí que ha dicho que algún policía, sin concretar cuál, actuó de forma improcedente. Él y dos investigados más han asegurado que no recibieron ninguna orden superior de cargar, pero sí que les ordenaron no hacer ninguna detención y entrar y salir rápido de los colegios para que no se concentrara más gente en las puertas.
En la escuela Ágora, en Nou Barris, no hubo ningún agente herido, y en cambio sí que resultaron lesionados 17 votantes, con heridas en la cabeza, manos torcidas o incluso dos dientes rotos a una mujer de mediana edad.
El inspector ha explicado que dos días antes del 1-O los dieron el listado de colegios donde podrían tener que actuar y él fue a hacer un reconocimiento previo de cada espacio. Eso lo hizo decidir, el mismo día 1, que dos de los tres grupos que comandaba de 15 agentes cada uno contendrían la multitud en la plaza que hay delante de la escuela y la otra quincena de antidisturbios iría por una calle lateral más estrecha donde hay otro acceso. Comparando la situación con la batalla del paso de las Termòpiles, entre espartanos y persas, los agentes con escudos encabezaron la comitiva policial para empujar los concentrados, y detrás de ellos los otros agentes golpeaban con las porras.
Según han explicado fuentes jurídicas, los dos agentes han dicho que nunca habían visto una «demasiada masa violenta, agresiva y hostil», que les mostraba «odio» y los «insultaba» con gritos como «votaremos» y «somos gente pacífica», había muchos encapuchados y los picaban con los paraguas en las piernas, ya que aquel día llovía. Los agentes han admitido que estaban sudados y cansados y que se les hizo «eterna» la intervención.
En ningún caso recibieron orden de cargar, ha dicho el inspector, pero las órdenes superiores, sin concretar el origen, eran entrar rápido en el colegio, requisar las urnas y salir rápido para evitar que se concentrara más gente en el exterior, sin cerrar el centro. Además, se los prohibió hacer ninguna detención, aunque los agentes habrían querido hacer alguna por resistencia y atentado a la autoridad. De hecho, este grupo, el Gamo, procedente de Granada y Málaga, hizo hasta siete intervenciones aquella mañana, más que otros grupos de antidisturbios.
Los dos agentes están siendo investigados para golpear a uno de los manifestantes y en un vídeo se ve como uno de ellos le mujer verticalmente seis golpes de porra en la parte superior del cuerpo y el otro lo hizo caer al suelo con una zancadilla cuando ya se marchaba. El agente que lo golpeó con la porra, ha negado que los golpes fueran en la cabeza, aunque en las imágenes se intuye el contrario, y asegura que los golpes fueron en los omóplatos. Sí que ha admitido que le dio coscorrones, y ha asegurado que los golpes de porra en la cabeza los dio otro agente, sin identificarlo. El otro agente, el de la zancadilla, dice que no le dio ninguna patada, sino «toques» con el pie.
El inspector que ha declarado ha explicado que él estuvo inicialmente con el cordón policial antes de la intervención y después ya estaba dentro del colegio, y no llegó a ver los golpes de porra.