Turull y Forn explican que no tienen despertador y que pican la pared de la celda para avisarse y no dormirse

Los exconsellers Jordi Turull y Joaquim Forn relatan en artículos a El Nacional las últimas horas antes del inicio del juicio, el traslado y las primeras impresiones dentro de la sala del Tribunal Supremo (TS). Los dos explican que a las 7 horas tienen que salir de la prisión en dirección al tribunal y como no tienen despertador han decidido picar la pared de la celda para asegurar que los siete hombres independentistas presos, que están en celdas seguidas, estén despiertos. Turull explica que los pantalones le van grandes porque ha perdido peso y que espera que no se note. Los dos narran que no les han puesto esposas para hacer el traslado en furgoneta de 50 minutos. Pero sí que las han puesto a Junqueras, Forn, Rull y Romeva en el traslado de 5 minutos entre la Audiencia Nacional y el Supremo.

Turull afirma que el primer día del juicio «todo son atenciones» y avisa que «nada puede arreglar o blanquear los vicios y defectos de la instrucción y el hecho de afrontar el juicio en situación de prisión».

El exconseller de la Presidencia también se refiere al encuentro de todos los acusados y los abogados antes de entrar en la sala. «Hacía mucho tiempo que no estábamos tantos y tan juntos. Encuentro al que quizás hace unos años no habría dado demasiado valor, ahora es una cosa muy fuerte», describe.

En su escrito, Forn explica que a él y a Junqueras, Romeva y Rull sí que los han esposado para ir de la Audiencia al Supremo aunque esta vez no los han llevado al calabozo. Un responsable de la policía les ha explicado que cada día se seguirá el mismo protocolo. El exconseller de Interior escribe que en el remanso para comer del primer día de juicio han comido tortilla de espinacas, verduras y macedonia de fruta.

«Conocer la sala, ver las caras de los jueces y fiscales nos ayuda a conocer el terreno de juego donde tendremos que jugar. El trato y las formas están siendo correctos», ha concluido.