Forn dice que «apuraron hasta el final» antes de la declaración de independencia a la espera de los resultados de la mediación
Defiende que después del 27-O el Gobierno no se hizo «ninguna acción más ni ningún acto administrativo»
El exconseller de Interior, Joaquim Forn, ha defendido que «apuraron hasta el final» antes de celebrar el pleno del 27 de octubre donde se votó la propuesta de resolución sobre la declaración de independencia. Y que lo hicieron porque estaban a la espera de los efectos que tuviera la mediación que, según reconoce, emprendieron varias personas, incluida el lehendakari Íñigo Urkulli (que es testigo en el juicio). A preguntas de su letrado, ha dicho que la declaración votada no se publicó y ha defendido que, una vez celebrado el pleno, «no se hizo ninguna acción más ni ningún acto administrativo» por parte del Gobierno. Además, ha recordado que estaba en Bruselas cuando lo citó la Audiencia Nacional y que decidió volver. Sobre el operativo del 1-O, dice que era «imposible» acatar las directrices de la fiscalía ni con la suma de mossos con agentes venidos de fuera de Cataluña.
El exconseller -encarcelado desde el 2 de noviembre de 2017- se ha referido también a la declaración suspendida el 10 de octubre y ha dicho que se decidió no hacer efectiva la declaración para «abrir en las próximas semanas un diálogo».
A preguntas del letrado Xavier Melero, ha apuntado que la Ley del referéndum recogía que, una vez celebrada la votación, si ganaba el sí los resultados se tendrían que hacer efectivos en dos días. Y ha subrayado que eso no se produjo y que nadie pidió que se aplicara lo que decían las leyes de desconexión.
Con estas manifestaciones, Forn incide en la «voluntad de diálogo» que se intentó buscar con el gobierno español después de los resultados del referéndum. También ha reconocido que el día 26 se reunió con personal de la consejería y los expuso que había dos opciones: O declaración de independencia o elecciones. Y les advirtió que si se apostaba por la primera «habría 155 y ceses». «Entonces las elecciones eran posibles, no había tercera solución, por la tarde se vio que era imposible», ha explicado.
Forn ha sostenido que creyó en la posibilidad de elecciones y que confiaban en los resultados que pudiera conseguir la mediación. Además, dijo que las dos respuestas de Puigdemont a los requerimientos de Rajoy (previo a la aplicación del 155) buscaban «abrir la puerta a seguir dialogando».
Una declaración de independencia «sin efectos»
Además, ha valorado los efectos que tuvo la declaración votada en el Parlament el 27 de octubre y se ha referido como una «declaración política». A preguntas del letrado, ha dicho que no se publicó ni en el DOGC ni en el BOPC, que no se hizo «ningún movimiento» desde el Gobierno, «ningún llamamiento» a cancillerías europeas para comunicarles la resolución.
«Imposible asumir la instrucción del fiscal»
Durante el juicio, el exconseller de Interior ha dicho que «ni con la suma de todos los cuerpos» y ni con el «refuerzo» que había enviado de agentes a Cataluña se podía asumir la instrucción de la fiscalía de detener el referéndum. Y que tampoco tenían mossos suficientes como para superar la instrucción de enviar dos efectivos a cada colegio electoral. Además, ha explicado que se enteró por los medios de comunicación que los cálculos que hacía el Ministerio del Interior que apuntaba que harían falta 90.000 efectivos, cuándo se destinaron en total unos 13.000 agentes (7.000 de mossos y unos 6.000 agentes de cuerpos españoles).
Además, ha asegurado que no tuvieron en ningún momento conocimiento de los planes de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía y que el detalle lo ha obtenido con información incorporada al sumario de la causa.
Conversación «elevada de tono» con Millo por las cargas
A preguntas de su abogado, Forn ha explicado una llamada al entonces delegado del gobierno español en Cataluña, Enric Millo, al mediodía del 1-O. Después de recibir imágenes de un colegio de de Barcelona, con «cargas» donde había personas mayores, le pregunta «si eso era dar cumplimiento a las órdenes» del TSJC. Una vez Millo le coge el teléfono, mantuvieron una discusión «elevada de tono», ha explicado, en qué le pedía que «pararan estas actuaciones porque generaban violencia y que era recomendable parar la actuación que se estaba haciendo» y «buscar otro tipo de actuación sin llegar a la violencia extrema».
Según Forn, Millo le dijo que haría una gestión y poco después le envió un mensaje afirmando que «ya había hecho lo que tenía que hacer». El exconseller no ha querido atribuir una «relación directa» a esta conversación con el final de las intervenciones de los cuerpos estatales a partir de una determinada hora de este domingo.
Sin información de los registros del 20-S
Forn ha asegurado que se enteró «por la radio» de la operación policial de la Guardia Civil del 20-S y que no conoce ningún otro caso que eso hubiera pasado. «Al cabo de dos minutos me llamaba el mayor Trapero para darme información, pero ninguna comunicación oficial», ha dicho. En este sentido, ha recordado que había establecidos mecanismos de cooperación entre cuerpos policiales en Cataluña, como ya pasó en «el ejemplo de colaboración el 17-A», y que no se usaron todo y que a raiz de los atentados tenía «relación fluida» con el exministro y homólogo suyo, Juan Ignacio Zoido.
El exconseller ha recordado que el Gobierno se mostró en contra del nombramiento del coronel Diego Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo policial del 1-O por una cuestión «competencial», pero que sin embargo nunca se dejó de asistir a las reuniones que convocaba los días antes del referéndum. En este sentido, se ha preguntado porque el mismo día del 1-O se dejaron de hacer cuatro reuniones que estaban previstas para aquel mismo día para coordinar los diferentes cuerpos.