El Supremo impone una multa de 2.500 euros a Baños y Reguant y les da 5 días para rectificar y evitar una investigación
Si mantienen que no quieren responder las preguntas de Vox el tribunal enviará el caso a un juzgado de Madrid
El Tribunal Supremo ha impuesto una multa de 2.500 euros a cada uno de los exdiputados de la CUP Antonio Baños y Eulàlia Reguant por negarse a responder a las preguntas de la acusación popular de Vox, que los había propuesto de testigos. La sanción se puede recurrir. Además, el tribunal mujer cinco días en los dos para rectificar y presentarse ante el tribunal para someterse al interrogatorio como testigos. Fuentes jurídicas han explicado que si «persisten» en su actitud en no testificar el caso se pondrá en conocimiento de un juzgado de Madrid y pedirá que se los investigue por un delito de desobediencia grave a la autoridad. Este delito está penado con penas de prisión de 6 meses en 1 años o con una multa.
Los dos exdiputados de la CUP estaban citados como testigos a petición de Vox (en el caso de Reguant, también lo había pedido la defensa de Cuixart). El primero en entrar a testificar ha sido Baños que, sólo de empezar el interrogatorio, ha dicho que no respondería las preguntas de Vox.
En este punto, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha explicado que este derecho sólo lo tienen los acusados pero que los testigos están obligados a responder todas las partes. «No tiene la libertad de negarnos esta información», ha manifestado Marchena, ya que lo ha advertido que no contestar puede tener consecuencias penales para él. Baños, sin embargo, ha insistido en el 'no' por «dignidad democrática y antifascista».
El presidente del tribunal ha propuesto una salida para evitar tener que emprender acciones contra Baños y le ha propuesto que las preguntas las formulara Vox y que fuera él mismo quien las acabara haciendo al exdiputado cupaire. El letrado Javier Ortega Smith ha preguntado a Baños desde cuándo era diputado de la CUP e, inmediatamente, Marchena ha trasladado la pregunta a Baños.
Pero con la segunda pregunta el exdiputado de la CUP se ha quejado y ha dicho que, de hecho, estaba respondiendo las preguntas de Vox. Por eso, el presidente del tribunal ha decidido suspender la sesión durante cuatro minutos para comentar con el resto de magistrados este incidente. Marchena considera que Baños no estaba «aceptando» la solución que le había ofrecido y también se estaba negando a contestar a la presidencia del tribunal. Después de la breve pausa, Marchena ha anunciado que deducía testimonio y ponía los hechos en conocimiento del juzgado de guardia.
Sin embargo, una vez acabada la sesión, fuentes jurídicas han informado de que el tribunal ha decidido imponer una multa de 2.500 euros a cada uno de ellos y los mujer cinco días para reconsiderar su posición antes de poner el caso en conocimiento de un juzgado para que los investigue (deducir testimonio). Fuentes jurídicas han explicado que la sanción se puede recurrir primero delante de la misma sala y después en la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo.
Reguant sigue el mismo patrón
La siguiente testigo citada era la exdiputada cupaire Eulàlia Reguant, que también ha dejado claro que haría lo mismo que Baños desde el principio. «Ante la extrema derecha y un partido machista y xenófobo no aceptaré responder sus preguntas», ha manifestado. Inmediatamente, el presidente del tribunal lo ha informado de que pondría los hechos en conocimiento del juzgado de guardia y le ha pedido que abandonara la sala. Como en el caso de Baños, Reguant tiene ahora cinco días para replantearse su posición.
El letrado de Cuixart Benet Salellas ha intentado que se aplicara a Reguant la opción dada a Baños y que Marchena fuera el que hiciera las preguntas de Vox, ya que esta defensa también la había propuesto. Pero el presidente ha sido tajante. «No podemos fijar un precedente en que los testigos seleccionen a quién contestan», ha sentenciado.