Millo asegura que Junqueras le trasladó que no era partidario que el referéndum «fuera tan rápido»
El exdelegado del gobierno español dice que intentó «persuadir» a Puigdemont para que abandonara un «planteamiento políticamente suicida»
El exdelegado del gobierno español en Cataluña, Enric Millo, ha asegurado este martes en el Tribunal Supremo que el exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras le trasladó de manera no pública que no era partidario que el referéndum «fuera tan rápido» y que le pidió que persuadiera el resto de compañeros de Govern para que «rectificaran». En su declaración como testigo, Millo ha relato que intentó «persuadir» al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para que no convocara el referéndum y que abandonara un «planteamiento políticamente suicida». Millo ha explicado en respuestas al fiscal Javier Zaragoza algunos de los encuentros que tuvo con Puigdemont y que no pudo negociar «nada». «Me encontré con una silla vacía», ha dicho, utilizando la misma expresión que algunos acusados utilizaron durante sus declaraciones para referirse a la posición del gobierno español. Millo ha dicho que sufría por la «convivencia» en Cataluña. Sobre la entrada de Forn a la conselleria en julio del 2017, ha explicado que ya le trasladó que trabajaría para que la jornada del 1-O «se desarrollara con total normalidad» y que Millo ya le mostró su «desacuerdo grave».
En respuestas a la fiscalía, Millo ha dicho que inicialmente tuvo una relación «correcta y recíproca con el Govern» cuándo fue nombrado delegado, y que durante la primera reunión que tuvo con Puigdemont le manifestó su voluntad «de intentar que eso no acabara mal, que no fuéramos a una situación que provocara un enfrentamiento con el Estado». Según él, Puigdemont le dijo que su voluntad también era buscar «una solución que no llegara a un conflicto con el Estado».
Millo ha explicado que intentó «persuadir» al expresidente a fin de que no mantuviera la hoja de ruta marcada y que le recordaba que «era el representante ordinario del Estado en Cataluña y que su obligación era cumplir con la ley y con las sentencias de los tribunales». Pero ha dicho que Puigdemont sólo tenía interés para hablar del referéndum de autodeterminación, no de otros temas. «Siempre dije que no era posible de ninguna manera, que estaba fuera del marco legal y que de la soberanía nacional no íbamos a hablar nunca», ha remachado.
El exdelegado ha asegurado que, aunque no se negaba a hablar, no tuvo la capacidad de negociar «nada». «Me encontré una silla vacía», ha dicho, «dediqué muchos esfuerzos a persudiarlo para que acabara con aquel planteamiento políticamente suicida». El exdelegado alertó de que esta posición «fracturaría, dividiría, llevaría problemas importados de convivencia».
Millo ha explicado que Puigdemont le transmitió su determinación a convocar el referéndum y que lo emplazó a seguir hablando, pero que eso supuso un «punto de inflexión». Después de una reunión el 6 de junio, ha añadido, se acabó la «relación formal». «Aquel día se pone un punto y final», ha dicho, insistiendo en que si salía adelante el referéndum se hacía «un daño irreversible en Cataluña en términos de convivencia, de cohesión socal», y que iba a provocar una situación muy negativa y perjudicial».
También ha explicado que se reunió de manera no pública con Junqueras y que este le dijo que no era partidario que el referéndum «fuera tan rápido» y le pidió que persuadiera al resto de los compañeros de Govern para que «rectificaran». Ahora bien, dijo que, si no lo conseguían, él estaría al lado del Govern. «Mi capacidad de persuasión tiene límites y si están dispuestos a incumplir la ley y es una decisión personal y política consciente, al final no puedes hacer nada más», ha dicho.
Sobre la relación con Junqueras, también ha explicado que el exvicepresidente también tenía como objetivo un referéndum y que se presentó abiertamente a favor de la independencia. Pero que hizo distinciones con sus compañeros. «Yo defiendo la independencia y siempre he sido independentista pero en mi Govern hay gente que no ha estado nunca y ahora tienen que hacer esfuerzos por demostrar que lo son más que yo», ha explicado Millo que le dijo Junqueras.
Forn quería facilitar el 1-O
Según Millo, el cambio en el Govern en julio del 2017 lo«preocupó» porque tanto el exconseller de Interior Jordi Jané y el exdirector de la policía Albert Batlle habían dicho que siempre «cumplirían la ley y no se pondrían de espaldas a ninguna sentencia». En cambio, con la entrada de Joaquim Forn en Interior el talante cambió, según ha dicho Millo. Ya en la primera reunión formal, el exconseller Forn dijo que trabajaría para garantizar que «la jornada electoral del 1-O se desarrollara con total normalidad». «Me quedé sorprendido y ya le mostré un total desacuerdo», ha relatado.