Sociedad
Liberan en Lérida el cisne cantor que se encontró en enero por las calles de Barcelona
Después de casi dos meses en el Centro de Fauna de Torreferrussa, recuperándose de los signos de debilidad que presentaba
El cisne cantor (Cygnus cygnus) descubierto por las calles de Barcelona el pasado mes de enero ha sido devuelto a la naturaleza, después de casi dos meses recuperándose en el Centro de Fauna de Torreferrussa (Vallès Occidental). La ubicación escogida ha sido la plana de Lleida, que acoge un gran número de aves de este género. Es la especie mayor de los tres cisnes europeos (el mudo, el pequeño y el cantor), y se diferencia de las otras por su pico triangular de color amarillo y negro. Es muy difícil de ver en Catalunya. De hecho, sólo se ha visto en dos ocasiones más, en la zona del Delta de l'Ebre.
La razón es que se trata de una especie propia de la tundra ártica que hiberna entre octubre y abril en la Europa central y atlántica, en la zona del Báltico, y Reino Unido y llega hasta el norte de Francia por el sur, y puntualmente en Grecia, el mar Negro, o la costa atlántica ibérica. Así, raramente llega a la Península como ave invernante.
Sin embargo, el invierno 2018-2019 ha estado muy bueno para la especie en el norte de la Península, comparado con años anteriores. A partir de la segunda mitad de octubre se han detectado grupos familiares de este cisne en Asturias (8 ejemplares en tres grupos), En Coruña (16 ejemplares en cuatro grupos) y Lugo (un ejemplar aislado).
Un cisne divagante
El cisne cantor fue trasladado el pasado 11 de enero al Centro de Fauna de Torreferrussa, después de que un particular lo detectara en la vía pública y avisara a los Agentes Rurales. Llegó al centro con 6,5 kilos de peso y con signos de debilidad. Durante una semana se sometió a un tratamiento específico de rehidratación, desparasitaje y alimentación forzada, y el 18 de enero ya pasó a una instalación externa con piscina, donde se ha recuperado hasta este martes, que ya ha llegado a los 9,4 kilos de peso.
El equipo técnico del Departamento de Territorio y Sostenibilidad sostiene que el cisne detectado en las calles de Barcelona podría proceder de la vía atlántica migratoria que también han seguido los pájaros detectados en Asturias y Galicia. Así, su comportamiento y el estado del plumaje indican un origen natural y divagante del ejemplar. Por lo tanto, se habría desviado de su zona de invernada regular, haciendo un esfuerzo fisiológico anormal en una época en que no estaba preparado para migrar. De aquí su desgaste muscular y de grasa.
Ahora, una vez liberado, se confía en que el ejemplar continúe su camino migratorio hasta latitudes más elevadas, aunque si no es así, el área escogida le proporcionará cobijo y compañía.