El alcalde de Olot dice que el mural 'La Manaada' con políticos y el rey se inscribe en la libertad de expresión

El Ayuntamiento de Olot no tiene previsto actuar ante la polémica del mural situado en una fachada del edificio donde aparecen representados el rey, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Casado y Santiago Abascal a caballo bajo el título 'La Manada'. Se trata de una iniciativa artística impulsada por la Asamblea de Artistas de la Garrotxa que, cada mes, invita creadores a reinterpretar la obra 'La Càrrega' de Ramon Casas. El alcalde, Josep Maria Corominas, inscribe la obra en la libertad de expresión y recuerda que la pared donde se expone está cedida al colectivo artístico, que es a quien gestiona y decide qué se representa desde hace un año. También ha asegurado que no han recibido ninguna petición oficial del PPC donde se pide su retirada.

El PPC pidió ayer lunes en un comunicado la retirada del mural por «ofensivo» pero desde el Ayuntamiento afirman que no han recibido ninguna petición oficial. «Cuando nos llegue una petición oficial, como se hace con todas, los servicios jurídicos lo estudiarán y veremos qué se hace», ha respondido este miércoles el alcalde de Olot, Josep Maria Corominas.

El alcalde sitúa esta obra titulada 'La Manada' en la libertad de expresión de los artistas y recuerda que la pared del Ayuntamiento donde se ha representado el mural se ha cedido al colectivo de la Asamblea de Artistas de la Garrotxa. «Son ellos quién deciden y lo gestionan», añade. En los más de doce meses que lo utilizan con este uso, ya han expuesto una docena de trabajos. Cada mes invitan a un artista a reinterpretar 'La Càrrega' (también conocida como 'Barcelona 1902') de Ramon Casas.

Lo que ha representado ahora es una obra de Quim Domene con la que ha querido vincular la situación de Catalunya con la reivindicación del 8-M. En el mural, aparecen representados el rey, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Casado y Santiago Abascal a caballo bajo el título 'La Manada'. Según explicó el autor en un escrito, «representa el mito» del 'macho ibérico' y la fanfarronada de una rancia clase política que se resiste a desaparecer».

Corominas ha señalado que el arte es «provocativo y generador de debates» tal como se ha visto en numerosas ocasiones. Y ha añadido que, a título particular, «defiende la capacidad de los artistas de hacer pensar».