Un agente que estaba a Economía el 20-S dice que desde dentro sentía «gritos» pero que estaba «centrado en el registro»
El guardia civil explica que su oficial pidió «paciencia» a la hora de salir porqué su «integridad» no estaba garantizada
Un agente de la Guardia Civil que participó en los cacheos al Departament d'Economia el 20-S ha explicado que desde dentro sentía «gritos»y que vio «gente amontonada» en la puerta. La fiscalía le ha preguntado si recuerda «incidentes»aquel día o «aumento de la tensión», pero el guardia civil (TIPM77964J) ha remarcado que durante el día estuvo «centrado en el registro»dentro del edificio y que «no era consciente de lo que había afuera». Un relato que contrasta con el que hizo la secretaria del juzgado 13 cuando declaró en el Supremo, que también dijo que no salió del edificio en todo el día. Cuando tenían que salir, ha explicado que el oficial que estaba a cargo del dispositivo de investigación lws dijo que tuvieran «paciencia», porque no se podía «garantizar»su «integridad»por la gente que había en el exterior. También ha explicado que, cuando salió, vio los coches del instituto armado «destrozados».
A preguntas del fiscal, el agente ha explicado que cuando llegó a Economía aparcó un coche camuflado a unos «90 o 100 metros»de la puerta de la consellería, en el cruce de Rambla de Catalunya con la calle Diputació, y que el vehículo «no sufrió ningún daño»porque «no era detectable».
El agente ha relatado cómo se hicieron los registros en diferentes despachos y que estos acabaron hacia las nueve de la noche. Ha explicado que durante el cacheo no salió del edificio, que les llevaron bocadillos para comer, y que desde dentro sintió «gritos, cánticos»y «mucho de alboroto». «Durante el día te vas moviendo, cuando bajaba abajo, desde el vestíbulo, sí que se veía la multitud encima de los vehículos y se veía la gente amontonada en la puerta», ha dicho. Fue cuando acabó el registro que subió a la azotea y vio «la multitud congregada» en el exterior.
La fiscalía le ha preguntado si recuerda «los incidentes de aquel día» y si «aumentaba la tensión», pero el agente durante el día estaba «centrado en el registro»y que «no era consciente de lo que había afuera». Sí ha dicho que cuando registraban el despacho de Josep Maria Jové los «gritos»de los concentrados «se sentían más altos». «En 18 años que llevo a la Guardia Civil, no es normal presenciar un registro así», ha dicho.
Una vez acabada el registro, ha relatado que el oficial que estaba a cargo del dispositivo de investigación les traslada que protejan los elementos intervenidos y que tuvieran «paciencia». «Yasaldríamos de allí, que nos relajáramos», dice que les dijo, porque por la gente que había concentrada en la puerta no se podía salir, y que no se podía «garantizar»su «integridad», ni la de la letrada de la administración de justicia ni la de los efectos intervenidos. Según ha dicho, este oficial no les informó de conversaciones con Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.
Finalmente, ha relatado, salió entre las tres y media y las cuatro de la madrugada, momento en qué fue a buscar el coche camuflado aparcado, lo llevó hasta la puerta y pusieron los elementos intervenidos para irse. El agente ha explicado que, cuando salió de la consellería, vio los coches de la Guardia Civil «destrozados»y que pudo constatar que había habido «mucha gente»por el número «de botellas, de latas y de papeles»que había por el suelo.