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Un subteniente que estaba en Unipost: «Por primera vez en mi carrera vi el reflejo del odio en la cara de la gente»

El guardia civil culpa a los Mossos de sacarlos por una «ratonera» después del registro de Unipost en Terrassa

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Un subteniente que fue responsable del registro en Unipost de Terrassa el día 19 de septiembre (y donde encontraron sobras para la designación de los miembros de las mesas) ha hablado de «el odio» que vio en la cara de los manifestantes. «Por primera vez en mi carrera vi el reflejo del odio en la cara de la gente», ha asegurado. Tanto él como otro cabo que estuvo en Unipost dice que los Mossos los sacaron por «ratonera». Ha explicado que podrían haber salido por una calle dónde no había manifestantes y, en cambio, acusa a la policía catalana de haber sacado el convoy con el material requisado por una calle estrecha en obras, con zanjas al suelo y con vallas. «La calle era una ratonera, no soy especialista en control de masas pero aquello me pareció inaudito», ha explicado. El subteniente (H12669K) ha reconocido que los mossos tenían que bajar y apartar vallas y gente porque la comitiva iba parándose y arrancando.

El subteniente ha dicho que la comitiva judicial estuvo dos horas y media para poder acceder a las naves y que pasaron «un mal rato» porque estuvieron parados en el coche antes de entrar y los fotografiaban y movían el coche. También ha explicado que los insultaban y les llamaban «a aquello típico de fascistas, hijos de puta y fuera de las fuerzas de ocupación». El subteniente también ha reconocido que tiraron claveles. «El ambiente estaba muy enrarecido, era una situación muy desagradable», ha manifestado. Ha relatado también que el letrado de la administración de justicia se cubrió el rostro con un pasamontañas porque la gente lo llamaba y le decía «traidor».

Una declaración que ha coincidido con la que ha hecho, acto seguido, un cabo que también participó en los registros. El cabo con TIP S00885Q ha relatado que vivió una situación que nunca había vivido antes. «Insultos, amenazas, cánticos, grabaciones, una cámara de televisión ante el parking... nunca había visto una cosa igual», ha explicado a preguntas de la fiscalía. «La actitud era de increpar absolutamente y siempre la fuerza que intervenía», ha explicado.

Además, ha dicho que fue una acción «organizada» y ha dicho que identificó a posteriori al portavoz del PDeCAT al Ayuntamiento en Terrassa, Miquel Sàmper, que se acercó para hablar con los concentrados. «Por supuesto que estaban organizados, no era una cosa casual», ha afirmado.

Orden denegada para registrar otros espacios de la nave

Los dos agentes han explicado que llegaron a las seis de la mañana y que fue el responsable de reparto, Jaime Malagón, quien los dejó pasar «sin poner impedimentos». Según ha cuestionado el letrado Jordi Pina, sin embargo, la guardia civil lo citó posteriormente como investigado por desobediencia y, posteriormente, le toma declaración como testigo.

La Guardia Civil actuaba amparada por un mandato de la fiscalía, pero sin orden judicial. Han explicado que no tuvieron que hacer ninguna inspección porque sólo de entrar por el muelle de carga ya encontraron cantos rodados con sobras con sello de la Generalitat, y que piden a la fiscalía que solicite al juzgado de instrucción 3 de Terrassa poder abrir el material y registrar otras partes de la nave. El juez autorizó abrir los sobres pero no registrar otros espacios, como las oficinas.

El letrado Jordi Pina le ha preguntado si recuerda por qué le denegaron. «No lo sé, simplemente lo denegaba», ha explicado. También ha preguntado al subtinen si sufrieron daños en los vehículos, o si agentes resultaron heridos o si hubo intentos de entrar en las naves. Y ha reconocido que no. También le ha preguntado si tuvo atención psicológica después de la situación «dantesca» que ha descrito. «No, estoy habituado», ha afirmado el subteniente.

Problemas para salir

Los dos han relatado los problemas estuvieron a la hora de salir. El subteniente ha reconocido que no tenía visión directa con el exterior porque estaba dentro pero que le explicaron las medidas que tomaron los Mossos para permitir salir a la comitiva apartando manifestantes de la calle principal. Pero ha dicho que se«sorprendió» cuando vio que en ningún sitio de hacerlos salir por la calle recta donde los mossos ya habían actuado para abrir un pasillo|pasadizo les hicieron salir por una calle estrecha en obras. Los dos han descrito la calle como una «ratonera».

«Actitud colaboradora de los Mossos»

El cabo ha dicho que los Mossos hubieron se usar la fuerza y hacer algunas «cargas» para permitir salir la comitiva y avanzar. «Tuvieron que cargar porque la multitud se tiró encima de la caravana», ha detallado. «Tuvieron una actitud colaboradora», ha explicado. El subteniente también ha reconocido que los Mossos se hubieron «de emplear a fondo» para poder dejar avanzar a la comitiva, ya que los vehículos de la policía catalana acompañaban los de la Guardia Civil y las furgonetas que llevaban todo el material decomisado. Pero ha dicho que era «inaudito» que hubieran escogido salir por aquella calle estrecha y ha dicho que la gente movía las tapas que cerraban las zanjas. «Nosotros casi nos quedamos enganchados, pero enganchamos y salimos», ha explicado el subteniente.

En cambio, el segundo testigo, el cabo S00885Q ha dicho que «todos los vehículos» caían a las zanjas. Posteriormente, ha concretado que sólo fueron «algunos, dos o tres». El cabo ha descrito que pudieron pasar una vez los mossos bajaron de su vehículo para retirar las vallas y que la policía local puso «maderas provisionales» en las zanjas que había en la calle porque los convocantes habían sacado las «planchas metálicas» que las tapaban. En este momento, ha asegurado que los manifestantes «se estaban amontonando de forma tumultuaria».

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