Una cabo relata como vecinos de Sant Martí de Sesgueioles «simularon» una votación el 1-O para engañar a la Guardia Civil
El agente dice que «el respeto a la autoridad se había evaporado en horas» la jornada del referéndum
Una cabo primera de la Guardia Civil ha relatado este jueves en el Tribunal Supremo vecinos de Sant Martí de Sesgueioles (la Anoia) hicieron una «simulación» de votación el 1-O delante de un local de la población para engañar a los agentes del instituto armado. Según ha explicado, los concentrados bloquearon la entrada y, cuando los agentes consiguieron acceder por una puerta lateral, se encontraron una «urna de cartón» del 9-N y una lista de votantes «ficticios» o con el DNI «que pertenece a una persona de Vigo». Según la cabo (TIP W86153J), los concentrados ejercieron una fuerza «estéril» para hacerles «perder el tiempo» o que «se viera la violencia ejercida delante de ellos». Además, también lamentado como «el respeto a la autoridad se había evaporado el horas» aquella jornada y que lo nota desde que salieron de la base.
La guardia civil ha explicado que llegando al municipio ya se encontraron un grupo de gente que «avisaron»de la llegada del convoy y que, en cosa de pocos minutos, dos camiones cerraron «el paso al polígono». Pidieron que salieran y, según ha dicho, «accedieron voluntariamente». «Solo acceder al pueblo nos encontramos una serie de palés en la entrada puestos de forma que entorpecían la entrada de vehículos», ha dicho, además de «tractores puestos de forma estratégica». Esto los obligó a dejar los coches a unos metros y seguir a pie.
En respuestas a la fiscalía, lacaporalha añadido que había entre 70 o 90 personas «entrelazadas»cuando llegaron a la puerta principal del local y que había puestas mesas y sillas «en forma de barricada». Ha remarcado, en respuestas a las defensas, que «no estaban puestas para hacer una merienda».
En la zona, ha explicado, había dos mossos que les dijeron que «no habían podido hacer nada»a pesar de haber hablado con ellos, y los instaron a hacerlo ellos. Según lacaporalprimera, cuando su jefe se dirigió para explicarles que estaban allá para cumplir un mandato judicial, «empezaron a insultar»con gritos como «hijos de puta», «fascistas», «votaremos»o «las calles serán siempre nuestras», «los cánticos de siempre». Aun así, ha respondido a fiscalía que no hubo ninguna agresión ni ninguna amenaza, sino «insultos y hostigamiento».
Además, ha explicado que se les acercó la alcaldesa del municipio, que ha descrito como «una mujer de mediana edad con el cabello caoba», que con una actitud «enarbolada»y con «los brazos en las caderas» les dijo «qué tenemos que hacer aquí». Y los añadió, según la testigo: «muy bien, mientras estéis aquí no haréis ninguna otra cosa». Aun así, a preguntas deVox, ha dicho que no le constaba que ejerciera tareas de organización.
Posteriormente el jefe de seguridad decidió «apartar las mesas, que era el primer impedimento que había», para intentar entrar al local. Lacaporal, pero, ha añadido que en aquel momento descubren que había una puerta lateral para acceder al local y que, entonces, se decide «contener a la masa»que estaba con una «actitud obstinada»haciendo un cordón. La guardia civil ha dicho que los concentrados querían pasar el cordón con «empujones y golpes».
Una vez entraron adentro del local, vieron que había «una urna de cartón del 9-N, con 7 o 8 papeletas y una lista de figurantes, con un DNI que pertenece a una persona de Vigo y otra gente que debía de ser ficticia». «Era una simulación», ha relatado, «por eso no tiene sentido que hicieran aquella fuerza».
Lacaporalprimera ha explicado que descubrieron posteriormente en la página de Facebook de la alcaldesa que esta afirmaba que «el pueblo había tenido la brillante idea de cambiar la urna para engañar la Guardia Civil«, y que la votación real se estaba haciendo «en el garaje de un particular».
«Fuerza estéril»
La guardia civil ha calificado «de estéril»la «fuerza»que los concentrados ejercieron y cree que «se podría haber obviado». A preguntas de la abogacía del Estado, cree que se hizo o bien para «hacerlos perder el tiempo»o bien para que «se viera la violencia ejercida ante ellos».
El abogado de OriolJunquerasy Jordi Cuixart, Andreu vandenEynde, le ha preguntado detalles del video grabado por la misma Benemérita de aquella actuación y si «un encapuchado que había entre la gente»es un guardia civil «camuflado de paisano». Lacaporalha dicho no saberlo y ha admitido al abogado que en la actuación no llevabanTIP. También ha dicho no haber sentido que un compañero suyo afirmara que «metía la porra como si no hubiera mañana», como se oye en la grabación.
«El respeto a la autoridad se había evaporado»
Lacaporalasegurado que el «respeto a la autoridad se había evaporado en horas»en aquella jornada del 1-O. De hecho, dice que ya lo notaron al salir de la base de Sant Andreu de la Barca. Ha descrito «un ambiente muy hostil, muy enrarecido». «Cuando te adelantaban el convoy» en la carretera, «tocaban el claxon, te insultaban, te hacían gestos con el dedo», ha relatado, «una cosa inusual».
El abogado Jordi Pina le ha preguntado sí al mismo tiempo vio las imágenes de unidades de guardias civiles saliendo hacia Cataluña entre gritos de «a por ellos». Lacaporalha admitido haberlas visto.