Un cabo de Badalona acusa a Cuixart de «desautorizarlo» y de ponerse delante de un coche policial
Otro mando dice que no identificaron ni detuvieron al presidente de Òmnium para «evitar un mal mayor»
Juicio 1-O, acusados
Un cabo de la Guardia Urbana de Barcelona ha acusado al presidente de Òmnium de «desautorizarlo» cuando habían requisado 45 carteles y ha relatado que, junto con dos personas más, se puso delante de un coche policial para evitar que se marchara hasta que apareciera el DNI que se había extraviado. «La situación era cómica, me entró la risa», ha reconocido. A preguntas de la fiscalía, ha asegurado que Cuixart les «insinuó» que podrían haber pasado de largo. Tanto él como otro mando del cuerpo han dicho que en todo momento Cuixart mostró actitud «tranquila» y que no les insultó, como sostiene que hicieron otras personas. También que quien cogió los carteles requisados de dentro del coche fue el teniente de alcalde José Téllez (absuelto por estos hechos) pero ha desvinculado Cuixart. Los dos han dicho que no identificaron ni detuvieron Cuixart para evitar «un mal mayor».
Sobre estos hechos han testificado dos cabos de la Guardia Urbana de Badalona. El primero ha reconocido hablar directamente con Cuixart y sentirse «desautorizado» y el otro no, ya que no habló directamente.
Los dos cabos han explicado que detectaron en primer término a cinco personas que ponían carteles, concretamente en una farola y haciendo uso de una escalera. Han remarcado que tenían orden de la fiscalía de requisar todo el material sobre el referéndum, levantar acta y entregar el material requisado. También ha detallado que identificaron a las cinco personas y que guardan los carteles requisados en el asiento posterior del coche.
Inicialmente, han explicado que la intervención fue «sencilla y tranquila», que las cinco personas no escondieron que fueran carteles del referéndum y que los facilitaron los DNI. Entonces, una de las personas llamó a la exalcaldesa Dolors Sabaté para informarla. Entonces, han explicado que en pocos minutos vinieron como 25 personas más, entre los que identificaron al presidente de Òmnium, Jordi Cuixart. El primero de los cabos habló con Cuixart y, según ha dicho, el presidente de Òmnium le «insinuó» que podrían pasar de largo. Más tarde, a preguntas de la defensa, ha explicado que le dijo que la Guardia Urbana «no estaba para coger carteles» y que tenía «otras cosas que hacer».
A partir de aquí, han relatado que la actitud de la gente cambió y que se produjo una situación «tensa». «Nos gravaban con los móviles en la cara, nos insultaban y nos amenazaban con que nos echarían después del 1-O por ladrones y traidores», ha explicado el cabo TIP 1292. Ahora bien, los dos han desvinculado Cuixart de estos insultos y han dicho que «estaba por allí» pero que no lo vieron insultar.
Incidencia con un DNI
El segundo de los cabos ha relatado que hubo un incidente con los DNI y que le cayó la identificación de una persona y decidieron arrancar el vehículo e ir hasta la plaza del ayuntamiento –que estaba a 100 metros- para buscarlos con calma.
«Oímos gente que gritaba y movían las manos para que el vehículo no se moviera», ha explicado uno de los cabos y los dos han señalado que Cuixart estaba entre los que estaban delante del vehículo. El primero de ellos ha explicado que la situación era «cómica» y que le entró la risa cuando vio a Cuixart intentado parar el vehículo.
No identifican Cuixart para evitar «un mal mayor»
Entonces, llegó el teniente de alcalde Jose Téllez y que abrió el coche y se llevó los carteles, y los empezó a repartir entre la gente. «No hicimos nada para impedirlo, evitarlo habría provocado una situación peor», ha manifestado el segundo cabo, TIP 1398.
A preguntas de la abogada de Cuixart, Marina Roig, han reconocido que quien cogió los carteles de dentro del coche fue Téllez (que justo el lunes fue absuelto por la Audiencia de Barcelona por estos hechos) pero que no lo hizo Cuixart. Ahora bien, el segundo cabo ha detallado que Cuixart sí estaba entre la gente a quien iban repartiendo los carteles decomisados. También ha reconocido que no identificaron ni detuvieron Cuixart para evitar «un mal mayor». «Era intervención aséptica, sencilla y sintética, no pensábamos que acabaríamos aquí», ha explicado el primer cabo.