Política
El Parlamento rechaza una moción de la CUP para reducir el sueldo de los altos cargos y de los diputados
JxCat y ERC critican que sean los cupaires quienes presenten el texto y la diputada Maria Sirvent les reprocha que en esta cuestión «sí que se pongan de acuerdo»
El Parlament ha rechazado una moción de la CUP para reducir un 14% las retribuciones de los altos cargos –lo antes posible- y de los diputados –a partir del 1 de julio. Sólo los diputados cupaires y los comunes han apoyado al texto, que también reclamaba las modificaciones legislativas pertinentes para que el nombramiento de los administradores de las empresas públicas y el aumento de los cargos de confianza requieran la autorización previa del pleno. Desde JxCat y ERC han criticado la presentación de la moción por parte de la CUP. El diputado de JxCat Francesc de Dalmases les ha recordado que «hay sillas que llevan al exilio o a la prisión». La diputada de la CUP Maria Sirvent ha afirmado que comprende la «frustración» de los dos partidos que conforman el Gobierno porque saben que «han fracasado» y los ha recriminado que en esta cuestión «sí que se pongan de acuerdo».
Sirvent ha cargado contra el ejecutivo de Torra, «que demuestra que le importa muy poco lo que se aprueba en este Parlament más allá del simbolismo». La CUP sugería reducir los sueldos de altos cargos y también de los diputados, y cargan contra 477 cargos de confianza que «mantienen sueldos de 70.000 euros por término medio». «Delegan a amigos y después se despreocupan», ha criticado, poniendo de ejemplo la gestión del transporte sanitario.
ERC y JxCat han intercambiado durante sus intervenciones numerosos reproches a la CUP por haber presentado el texto. El diputado a Francesc de Dalmases los ha reclamado que hace falta «unidad» y ha asegurado que la presentación del texto evidencia «la república que quieren» los cupaires. La diputada republicana Irene Fornós ha apuntado que las medidas son «populares» pero «faltas de contenido» y han considerado que es una «moción partidista» cuando queda poco para el 26-M.
Sirvent les ha replicado que la CUP no hace política para «ocupar ninguna silla» y que su estrategia es estar al lado de los movimientos soberanistas «y no enviar a los Mossos a reprimir». «Comprendemos su frustración, habéis fracasado y por eso nos infantilizáis, pero allí donde hemos gobernado hemos levantado alfombras donde estáis implicados JxCat y ERC», los ha acusado. «No quieren rebajar los sueldos, no quieren que los fiscalicemos, continúan en despachos y con cargos de confianza; ¡en eso sí que se han puesto de acuerdo»!, los ha lanzado. La diputada ha defendido que la CUP seguirá haciendo política transparente y defendiéndola contra los «caciques sociovergentes».
Por parte de Cs, la diputada Marina Bravo ha dicho que las medidas «no aportan nada nuevo» y que sólo buscan «criminalizar cualquier empresa, expropiar sin ninguna compensación, municipalizar incluso lo que no tiene sentido o salga caro a los ciudadanos, medidas que son un auténtico error y retroceso».
La diputada socialista Alicia Romero ha reñido a la CUP por «haber priorizado la construcción de la república» en el 2017 y no haber sido «capaces» de incorporar medidas como la reducción de tasas universitarias, la reducción de cargos o de reforma fiscal «cuando tenían más fuerza». Por otra parte, también ha tildado algunas de las medidas de populistas.
El diputado de CatECP Lucas Ferro ha asegurado que es una «vergüenza» que «el Gobierno que cierra la caja se otorgue a sí mismo un cheque en blanco para repartir sueldos de 70.000 euros». «El problema no es sólo ético, también es democrático por como desprecian las instituciones», ha cargado. «Gobiernen o márchense, estén a la altura de Catalunya o dimitan; estén a la altura del Parlament o convoquen elecciones», ha insistido.
Por parte del PP, Santi Rodríguez ha justificado la negativa a la moción del subgrupo porque «ya es lo que dice la ley» y «no hace falta que lo diga el Parlament».