Las cinco claves de la campaña de JxCat en Cataluña

JxCat, el proyecto que impulsó el expresidente catalán Carles Puigdemont para las últimas elecciones catalanas, se presenta por primera vez a unas generales tomando el relevo de un PDeCAT muy diluido, que pierde así el control de su última bastión: el Congreso. Estas son las cinco claves de esta candidatura renovada:

Los presos al frente de las listas

En unas elecciones que coinciden con el juicio del proceso, JxCat ha incluido en sus listas en sus cartas más emotivas: los presos. Jordi Sànchez encabeza la lista por Barcelona, Jordi Turull lo hace en Lleida, y Josep Rull, en Tarragona. La de Girona la lidera el abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas.

De esta manera, JxCat no sólo «da» y visibilidad a los presos - que intervienen en mítines a través de cartas y protagonizan los carteles electorales -, sino que traslade al Congreso el conflicto derivado por la situación procesal y los derechos de los presos, una vez resulten elegidos.

Ante la ausencia física de los presos, toma relevancia la segunda línea, en la que está, por Barcelona, la exconsellera Laura Borràs, figura al alza en el soberanismo y próxima a Quim Torra y Puigdemont.

Duelo entre los independentistas

Fuentes de JxCat señalan que la voluntad no es atacar ERC durante la campaña, pues comparten el objetivo de la independencia y el gobierno de la Generalitat, pero el 28 de abril está en juego, una vez más, la hegemonía del soberanismo.

En los primeros compases de la campaña, los dardos velados a los republicanos son constantes, principalmente para denunciar la negativa de ERC a constituir una candidatura unitaria con JxCat.

La formación de Puigdemont rehúye los debates centrados en el eje izquierda-derecha y pone el énfasis en el 'Junts', para reivindicar que son la lista «transversal» y la de la «unidad» soberanista. El eslogan es elocuente: «La voz de la independencia».

Las encuestas sitúan en ERC muy por encima de JxCat, que corre el riesgo de caer por debajo de los 8 escaños obtenidos por el antiguo CDC en el 2016, pero Puigdemont y los suyos todavía confían en recortar diferencias y recuerdan que antes de las elecciones catalanas del 21D también partían con desventaja con respecto a los republicanos.

«Líneas rojas» para después del 28A

Uno de los mensajes para distinguirse de ERC es que JxCat, ante una eventual negociación de investidura, tendrá «líneas rojas» con las cuales podría bloquearla, entre las cuales figuran el derecho a la autodeterminación y el fin de la «represión», si bien los candidatos presos han flexibilizado las exigencias al afirmar que no habrá «barreras infranqueables si hay buena voluntad de dialogar».

En cualquier caso, las condiciones dependerán de la fuerza electoral que consiga JxCat - su objetivo es conseguir grupo propio en el Congreso - y de si el independentismo es imprescindible para una investidura.

De momento, la estrategia de JxCat durante la campaña es, por una parte, definirse como la fuerza que quiere llegar a acuerdos con el futuro Gobierno y, por otro, responsabilizar al presidente Pedro Sánchez del fracaso de las negociaciones con la Generalitat para la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado.

Sin moderados por el PDeCat

Gran parte de los diputados moderados del PDeCAT que abogaban por haber permitido la tramitación de los presupuestos, como Carles Campuzano o Jordi Xuclà, se han caído de la lista electoral y han tenido que dejar paso a perfiles próximos a Carles Puigdemont y Quim Torra, como Miriam Nogueras o Laura Borràs.

También ha quedado excluida la excoordinadora general del PDeCAT Marta Pascal, quien, después de perder la batalla para entrar en la lista electoral, disparó las alarmas al plantear, a escasos días del inicio de la campaña, la posibilidad de crear otro partido.

Combate contra el voto útil al PSC

Conscientes de que puede calar a la sociedad catalana las apelaciones del PSC en el voto útil para evitar un tripartito de PP, Ciutadans y Vox, JxCat intenta contener posibles fugas con mensajes de desconfianza en los socialistas.

Así, Puigdemont y los candidatos a las generales advierten a los electores que no se dejen «engañar» por un PSOE que, recalcan, ya apoyó la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña y lo podría volver a hacer para desactivar el independentismo.