Polos entre ERC y el PSC a una semana de las elecciones, según un sondeo de 'El Periódico'

ERC y el PSC conservan sus opciones y se sitúan prácticamente en empate técnico a una semana de las elecciones del 28-A, con una ligera ventaja de los socialistas en votos pero con los republicanos por delante en escaños, según un sondeo preelectoral elaborado por el Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP) para 'El Periódico'. La encuesta, sin embargo, también refleja que el 21,4% de los catalanes siguen indecisos. El PSC aventaja Esquerra en un punto en voto estimado y han recortado la diferencia medio punto, aunque tanto ERC como los socialistas han cedido 1,3 puntos. Oriol Junqueras, que irrumpió el viernes en la campaña desde la prisión en una rueda de prensa en ACN, obtendría 14-15 escaños. Por su lado, la cabeza de lista del PSC, la ministra Meritxell Batet, conseguiría 13-14 diputados.

La encuesta refleja una fotografía casi idéntica a la que el GESOP ofreció hace dos semanas. ERC y PSC son los partidos que consignan una mayor fidelidad de voto, próxima en los dos casos al 70%. Junqueras lidera la intención directa de voto, tres puntos por delante de los socialistas.

La consecuencia directa del crecimiento de Izquierda y PSC es la caída d'En Comú Podem y Junts per Catalunya. Los 'comunes', que ganaron las dos últimas elecciones generales en Cataluña (2015 y 2016), no repetirían resultados y la formación con Jaume Asens como cabeza de lista obtendría ahora 7-8 escaños, lejos de los 12 que tiene hoy al Congreso pero mejor que los 5-6 que GESOP le pronosticaba hace dos semanas.

En Comú Podem se beneficiaría del leve retroceso de ERC y el PSC en estos 15 días, pero todavía cederían a socialistas y republicanos una cuarta parte de sus votantes del 2016. JxCat sólo retendrían al 46% de sus votantes y un 28% daría apoyo ahora a ERC. Vox conserva las opciones de conseguir a 1 o 2 diputados catalanes ante el estancamiento de Cs y el retroceso del PP. Inés Arrimadas no mejoraría sus 5 escaños, mientras que Cayetana Álvarez de Toledo no salvaría los populares de perder un tercio de su representación.