Meritxell Ruiz justifica en el Supremo la dimisión: «Preveía un escenario de más tensión dialéctica y me costaba verme»
La exconsellera de Ensenyament dice que «en ningún momento» se le planteó una vía unilateral como «posible»
La exconsellera de Ensenyament Meritxell Ruiz ha justificado su decisión de dimitir en julio del 2017 al hecho de que preveía que a partir de aquel momento, con la fecha del 1-O fijada, se entraría en «un periodo de más tensión dialéctica». «A mí me constaba verme en esta tensión», ha añadido, ya que su tarea era más «técnica» como responsable de Ensenyament. Ruiz ha explicado que, con el cese de Jordi Baiget, se abrió una vía para remodelar el Gobierno y que tomó una «decisión personal» en un momento en que se había acabado el curso y ya estaba «todo preparado» para el siguiente. Ruiz ha asegurado que en las reuniones del Gobierno se hablaba de un «referéndum pactado» y un «acuerdo» con el Estado, y que «en ningún momento» se le planteó «la vía unilateral como vía posible».
A preguntas del abogado de la acusación popular ejercida por Vox Juan Cremades, Ruiz ha explicado el motivo por el cual comunicó al expresidente Carles Puigdemont que no quería seguir en el Gobierno. Ruiz ha explicado que, después del cese de Baiget que abrió una vía de remodelación de Gobierno, tomó la «decisión personal» de no seguir al cargo una vez acabado el curso y haber preparado el siguiente. Además, ha dicho que en aquel momento ya estaba sobre la mesa la fecha del 1-O para el referéndum y, además, «tenía los niños muy pequeños en aquel momento». «Creía que había hecho mi trabajo y era el momento para dejarlo», ha añadido.
La exconsellera ha añadido que en el Gobierno «siempre se hablaba de diálogo y pacto con el Estado», y no de una vía unilateral, y que ni Puigdemont ni Junqueras le pidió ningún compromiso con un referéndum unilateral. «Me pidieron compromiso con el Gobierno y con la tarea que estaba haciendo en aquel momento», ha respondido a Vox.
A pesar de asegurar que la proximidad del 1-O no influyó «directamente» en su decisión, a preguntas de la fiscalía Ruiz ha dicho que, una vez se puso el plazo del 1 de octubre, «era evidente que de julio a octubre se incrementaría la tensión dialéctica entre los dos gobiernos». «Me planteé que entrábamos en un periodo de más tensión dialéctica y a mí me costaba verme en esta tensión», ha asegurado, ya que su encargo era «muy técnico». «Creía que podía aportar poco en aquel escenario», ha remachado.
Ruiz ha remarcado que le constan «muchas» gestiones con el Estado por parte de los miembros del Gobierno para buscar un acuerdo con el Estado. «En todas las reuniones pedíamos que se escuchara la voluntad del pueblo de Cataluña en las últimas elecciones», ha dicho, pero que mientras ella formó parte del ejecutivo no recibieron «ninguna» respuesta.
A preguntas de la abogacía del Estado, la exconsellera ha reconocido que participó el 4 de julio de 2017 en la presentación del borrador de la ley de referéndum pero se ha desvinculado de su elaboración. «Yo no era diputada, no había leído el texto porque no participaba en las votaciones del Parlament», ha manifestado.
La abogada del Estado Rosa María Seoane le ha preguntado si siempre pensó que se optaría por una vía pactada hasta que se marchó el 14 de julio y ha reconocido que sí. «Hasta que yo estuve en el Gobierno siempre hablamos de referéndum pactado y de diálogo, al menos hasta que yo me marché», ha remarcado.