Testigos que estuvieron en Economía el 20-S relatan «ambiente festivo» y que no había problemas para entrar y salir
La jefa de secretaría de Junqueras dice que la concentración de fuera no va «interferir» en el registro y que el ambiente dentro «era relajado y tranquilo»
Diferentes testigos propuestos por las defensas han relatado un «ambiente festivo y reivindicativo» en la Conselleria de Economía el 20-S y han dicho que había «multitud de gente» que entraba y salía del edificio sin ningún problema. Así lo han relatado el diputado de ERC Jordi Orobitg, el senador Bernat Picornell y la jefa de secretaría de Oriol Junqueras, Sílvia Sàbat. Esta última ha dicho que el registro se hizo «en un ambiente de cordialidad» en todo momento y que la concentración de fuera no «interfirió» en la diligencia. El que fue jefe de la oficina del vicepresidente, Lluís Juncà, ha relatado que Junqueras fue a Economía y pudo saludar y abrazar a Lluís Salvadó, que estaba detenido. Ha explicado que había seis o siete agentes de la Guardia Civil y que no hubo ninguna tensión. Todos han negado que hubiera ningún intento de asalto a la consejería.
Los testigos de esta tarde han declarado al Supremo a petición de la defensa de Junqueras y Romeva. Todos estuvieron el 20 de septiembre en la concentración de Economía y han defendido que fue una manifestación «de cariz reivindicativo pero festiva», han negado ningún tipo de violencia y han remarcado que el pasillo de voluntarios de ANC permitía salir y entrar. También han descrito como vieron Sànchez y Cuixart haciendo llamamientos a la desconvocatòria, a pesar de que no han reconocido frases explícitas que les mencionaba la fiscalía, como la del llamamiento a la «movilización permanente».
«La gente podía transitar libremente y muchas personas lo hacían y entraban con bocadillos, entraba y salía una multitud de personas», ha reconocido el diputado de ERC Jordi Orobitg, que ha afirmado que le pareció que cuando subieron a los vehículos de la Guardia Civil para pedir a la gente que marchara a casa lo hicieron con «el visto bueno»de los agentes que estaban en la puerta. Orobitg ha dicho que hasta que la gente no se va no se da cuenta que habían subido a unos coches y que pensaba que eran «contenedores de obra»y que desde que llegó vio periodistas encima.
También se ha referido a un ambiente «festivo»el senador de ERC Bernat Picornell, que ha descrito que la gente cantaba y que hubo incluso una colla castellera. Ha negado ningún intento de asalto al edificio y ha añadido que las dos primeras filas estaban de espaldas al edificio. «Si la gente quería entrar lo que tendría que hacer es estar de cara, no?», se ha preguntado.
La jefa de secretaría de Economía, Silvia Sàbat (que ha pedido que no se difundiera su imagen) ha hablado de un «ambiente tranquilo»y ha dicho que la relación con la comitiva judicial fue «cordial en todo momento». Estuvo en el edificio hasta la una de la madrugada y ha descrito que la concentración de fuera «no interfirió»en la diligencia judicial.
A preguntas de la abogada del Estado, ha justificado que se quedó hasta tan tarde porque se sentía «responsable»de colaborar con lo que necesitara la comitiva puesto que los altos cargos del departamento no estaban.
Saludo entre Junqueras y Salvadó
También ha pasado por el Supremo quién fue el jefe de la oficina del vicepresidentt, Lluís Juncà, que acompañó Junqueras tanto en Economía como Hacienda. Ha reconocido que había «ambiente de espera»y que había gritos a favor de la democracia y de poder votar.
Ha descrito también como Junqueras fue a Hacienda y pudo saludar el exsecretari general de Hacienda, Lluís Salvadó, que había sido detenido en la operación. Un agente de la Guardia Civil describió un «forcejeo»porque el exvicepresidente se quiso acercar para saludarlo pero Juncà lo ha negado. «No hay ninguna tensión, lo recuerdo porque hice un video porque me parecía significativo, se ve como Salvadó le pide a Junqueras que tranquilice a su familia», ha dicho.
El letrado Andreu van den Eynde ha preguntado si todavía tenía el video y si lo conservaba y ha dicho que sí. Entonces, ha pedido al tribunal si se podía exhibir pero el presidente, Manuel Marchena, lo ha declinado. «Un abrazo solidario con el compañero no es trascendente para la calificación jurídica de los hechos pero si más tarde es determinante la sala lo incluirá», ha sentenciado.
Otro testigo ha sido el senador republicano Quim Ayats que ha dicho que en ningún momento fueron conscientes que estaban «impidiendo»la diligencia y ha dicho que la concentración era un «acto de protesta». «Nunca pretendimos nosotros ni nadie que estaba en nuestro entorno obstaculizar nada», ha afirmado.
La exdiputada de Junts pel Sí Teresa Vallverdú ha sido el último testigo de la tarde y ha insistido en la misma línea. Ha afirmado que la gente estaba «enfadada»pero que el ambiente era «festivo porque se cantaba». Y también ha negado ningún intento de asalto y ha detallado que los agentes de la guardia civil que custodiaban la puerta estaban «en actitud tranquila»y no llevaban elementos de antidisturbios. Ha dicho también que no escucha ningún insulto ni voz que nadie los escupiera. También ha relatado que escuchó las palabras de Junqueras a las puertas de Economía y que hizo «como siempre»un llamamiento a la «firmeza y la determinación pero desde la calma y la tranquilidad».