Un líder sindical de los Mossos asegura que el cuerpo tenía «claro» que acataría la orden judicial de impedir el 1-O

El secretario general del Sindicat Autònom de la Policia (SAP), Pere Garcia Quer, ha asegurado este martes en el Tribunal Supremo que el cuerpo de los Mossos d'Esquadra «tenía claro que quería acatar toda orden judicial» de impedir el 1-O y ha puesto en valor que el dispositivo se había hecho «respetando los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad». En su declaración ante el Tribunal Supremo, Garcia Quer ha afirmado que el exconseller de Interior Joaquim Forn les trasladó en la reunión del Consejo de la Policía del 14 de septiembre del 2017 que desvinculaba a los Mossos d'Esquadra de cualquier «iniciativa política» que partiera del conseller «Se deja claro y se recoge en el acta», ha asegurado en su declaración como testigo. Garcia Quer ha asegurado que en aquella reunión les trasladó que los Mossos tenían que quedar «al margen de cualquier presión mediática» en relación al 1-O y que «toda decisión política tendría una responsabilidad política».

En respuestas al abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero, el secretario general del SAP ha explicado que, aunque no estaba previsto hablar del 1-O en aquella reunión, Forn hizo una intervención «previa» en que «reconoció» el trabajo de los mossos con los atentados del 17-S y quiso «dejar claro» que el cuerpo «se tenía que mantener al margen de cualquier presión mediático» en relación a las actuaciones del 1-O. En este sentido, ha remarcado que «se dejó claro y se recoge en el acta» que en la intervención de Forn quedó claro que se desvinculaba la actividad profesional de los Mossos de cualquier iniciativa política que partiera del exconseller. La acta, ha recordado, se aprobó en la siguiente reunión del Consejo de la Policía, celebrada con la aplicación del 155.

Garcia Quer ha admitido que, a medida que se acercaba el 1-O, hay «intranquilidad» y «preocupación» porque hacía falta dejar claro «el papel» del cuerpo aquel día, y que «no ayudaban algunas declaraciones que por parte de todos los actores políticos se hacían», y «más si se tiene en cuenta algunas manifestaciones de Forn en su toma de posesión cuando dice que los mossos garantizarán el 1-O». En este sentido, ha señalado que desde su organización «siempre» dejaron claro que «acatarían el ordenamiento jurídico y las resoluciones judiciales». Garcia Quer ha añadido que con el relevo del equipo de Interior en julio del 2017 no tuvieron «ninguna» duda sobre el papel de los Mossos como policía judicial, y que no le consta que hubiera habido ninguna «injerencia» o «cambio de directrices» a raíz de este relevo.

«Teníamos claro que era un dispositivo conjunto»

El secretario general del SAP ha remarcado que la policía catalana quería «acatar toda orden judicial» y proceder a seguir las pautas de actuación que la prefectura les había hecho llegar para el 1-O. Y ha puesto en valor que se hizo siguiendo «los principios de congruencia, proporcionalidad y oportunidad». Garcia Quer ha remarcado que a nadie se le ocurrió pedir que los agentes de la policía catalana tuvieran cuatro horas para votar durante la jornada del referéndum como sí se prevé en una jornada electoral, y que no hubo ninguna instrucción en este sentido.

Garcia Quer ha añadido que tenían claro que aquel era «un dispositivo conjunto y único» con las dos fuerzas de seguridad del Estado, pero que posteriormente supo que «solo» los Mossos se presentaron aquel día a las reuniones de coordinación que había previstas. Sobre el dispositivo, lo ha calificado «de excepcional», ya que se previó que participaran «el máximo número de efectivos», incluso de unidades que «nunca hacen seguridad ciudadana». También ha dicho que se les trasladó que se hubieran modificado actos del 1-O, sino que se hicieron ampliaciones. Y ha añadido que posteriormente al 1-O mostraron su «intranquilidad» por la apertura de informaciones reservadas por «actuaciones que no respetaron las pautas de actuación que la prefectura había ordenado».

Queja en la prefectura por no defender el cuerpo

El representante sindical ha explicado que a mediados de noviembre se «quejaron» a la prefectura porque consideraban que el cuerpo estaba sometido a un «ataque mediático» a pesar de ser «el que más escuelas cerró», y consideraban que los miembros de la Prefectura «no salían a defender el cuerpo». «A nosotros quien nos defiende si no nos defiende ni el propio cuerpo», ha explicado que trasladaron.

Además, ha remarcado que aquel otoño «lamentaron» que tuvieron una «sensación de tutela» cuando se designó el coronel Diego Pérez de los Cobos como coordinador. «Mossos no tiene ninguna otra obligación que acatar y cumplir», ha dicho, pero ha lamentado que pudiera ser «por una presunta falta de profesionalidad de los mossos cuándo hacía poco que se había demostrado en la resolución de los atentados».

«Gran presión laboral»

El secretario general del SAP también ha afirmado que, a partir del 20 de septiembre del 2017 y hasta mediados de octubre, con la aplicación al máximo del plan Àgora, los Mossos d'Esquadra tuvo una «gran presión laboral». «El cuerpo sufrió la mayor fractura en cuanto a conciliación de la vida familiar y la vida laboral», ha dicho, «a prácticamente la totalidad de los agentes se le cambia la planificación», algunos de ellos pasando a trabajar «12 horas durante cuatro días, con dos días de fiesta para después volver a empezar». También ha remarcado que «se denegaron permisos y vacaciones».