Desarticulan una organización criminal de alcance internacional que robaba coches para venderlos a terceros

Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización criminal de alcance internacional dedicada al tráfico ilícito de vehículos. Hay cuatro detenidos de nacionalidad búlgara y de edades comprendidas entre los 28 y 54 años. Los arrestados robaban los vehículos en Cataluña y los enviaban a otros puntos del Estado y a diferentes países del norte de África y del centro de Europa para venderlos. La investigación ha permitido relacionar el grupo con el robo de veinte vehículos en Cataluña. El 30 de abril se produjeron las cuatro detenciones y hay una quinta persona citada como investigada. El sexto integrante de la banda que vivía en territorio catalán tiene vigente una orden internacional de detención. Se fue de su domicilio de Santa Coloma de Gramenet días antes del operativo.

La investigación empezó a mediados del 2017, cuando los Mossos detectaron un aumento considerable de robos de vehículos de unos modelos muy concretos de una misma marca comercial. Los policías constataron que gran parte de los robos les habían cometido miembros de una misma organización criminal asentada en Cataluña. Los integrantes tenían un alto grado de especialización para robar los vehículos y dotarlos de una nueva identidad para después venderlos a terceros.

A principios del 2018 se detuvieron dos ciudadanos búlgaros en la frontera de Austria cuando intentaban trasladar dos vehículos robados a Cataluña. Eso permitió a los investigadores determinar que la organización estaba integrada por nueve personas, ocho búlgaros y un ruso.

Seis de estos investigados vivían en Santa Coloma de Gramenet, Ripollet y Barcelona, y eran los encargados de la sustracción y la manipulación de los coches robados. Los otros tres integrantes, con residencia fuera de España, se encargaban de transportar fuera del Estado los vehículos robados.

El grupo actuaba siempre siguiendo un mismo modus operandi. A última hora del día recorrían diferentes localidades catalanas en busca de vehículos que cuadraran con la marca y modelo. Entonces manipulaban las cerraduras y la centralita para poder llevárselo y lo dejaban en la vía pública, en sitios discretos y próximos a sus domicilios, para ver si la policía lo detectaba. Sustituían las matrículas originales para evitar que se pudiera identificar el vehículo como robado.

Escondían los coches en parkings alquilados o públicos

Una vez tenían la certeza de que el vehículo había pasado desapercibido lo escondían en parkings comunitarios alquilados por la organización, en sitios próximos a sus domicilios o en aparcamientos públicos de Barcelona.

Desde estos puntos, trasladaban los coches a una empresa de transportes de Parets del Vallès, donde trabajaban dos de los detenidos. En estas instalaciones modificaban todos los elementos de identificación de los vehículos como el número de bastidor, tanto el acuñado en el chasis como el electrónico. Estas operaciones las realizaban los fines de semana, cuando la empresa, totalmente ajena a la actividad ilícita, estaba cerrada.

Una vez manipulados todos los elementos de identificación volvían a esconder los coches y fabricaban documentaciones falsas con los nuevos datos identificativos.

Los Mossos detuvieron a cuatro personas el 30 de abril e hicieron cuatro entradas y cacheos en sus domicilios a en Santa Coloma de Gramenet, Ripollet y Parets del Vallès. Allí intervinieron diferentes aparatos electrónicos para modificar las centralitas de los vehículos y configurar nuevas llaves, inhibidores de frecuencia para captar señales de los mandos a distancia, llaves sin codificar, herramientas para forzar y extraer cerraduras, planchas metálicas con números de bastidor falsos preparadas para ser instaladas, así como documentaciones y matrículas falsas de Suecia, Bélgica y Rusia.

Trece vehículos recuperados

También se recuperaron cinco vehículos que habían sido sustraídos en Cataluña, que se suman a ocho turismos recuperados a lo largo de la investigación.

Los detenidos pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 5 de Rubí el 2 de mayo. Uno de ellos quedó en libertad con cargos y los otros tres ingresaron en la prisión sin fianza.