Un comisario de los Mossos: «El 1-O nos jugábamos el prestigio y la continuidad y eso pasaba por la neutralidad»

El comisario de la Región Policial Central de los Mossos d'Esquadra, Sergi Pla, ha asegurado que el 1-O la policía catalana no recibió «ninguna orden» por parte del exconseller Joaquim Forn: «Nunca recibí ningún orden, ni el mayor Trapero lo hubiera admitido ni nos lo hubiera ordenado, y nunca los comisarios habríamos cumplido este tipo orden». Pla, que ha declarado en el Tribunal Supremo como testigo a petición del abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero, ha remarcado que la policía catalana «se jugaba mucho» aquel día. «Nos jugábamos el prestigio, la continuidad como cuerpo y eso pasa por la neutralidad, la imparcialidad y el cumplimiento del ordenamiento jurídico y de las órdenes de tribunales y fiscales», ha respondido a una pregunta de la abogacía del Estado.

Pla, que ha declarado como testigo sin mostrar su imagen, ha explicado en respuestas a Melero que recibió las pautas de actuación sin «ningún orden paralela ni verbal», y con el criterio de uso de la fuerza «habitual» de hacer uso de los «principios de actuación de proporcionalidad, congruencia y oportunidad». El comisario también ha dicho que el auto del TSJC ya determinaba que el dispositivo del 1-O era conjunto de los tres cuerpos.

El comisario ha remarcado «el enorme esfuerzo» que supuso llevar a cabo el dispositivo, ya que necesitó a más agentes de los que tenía disponibles. Por eso, recibió más de 300 de las unidades centrales. «Se tuvieron que alquilar vehículos, los agentes llevaron sus portátiles, tuvimos que pedir uniformes porque no hay suficientes para todo el mundo algunos trabajaron con el chaleco de paisano», ha explicado, «se tuvieron que anular muchos permisos, fue un gran esfuerzo para la región, no estábamos capacitados». De hecho, ha asegurado que «sin ayuda externa» no habrían podido cumplir con el dispositivo.

Pla ha cuantificado en 15 los colegios que cerraron en su región y en cinco los que tuvieron intervención de las unidades antidisturbios ARRO, donde se intervinieron «urnas y papeletas». Aquel día, ha añadido, trabajaron unos 40 agentes disturbios en la región y ha remarcado que los binomios no estaban ni «capacitados» ni «formados» ni tenían el equipamiento necesario para hacer tareas de orden público. «Lo habrían entorpecido», ha remachado.

Miembros «de ultraderecha» en un colegio

El comisario ha añadido que algunos concentrados en centros de votación trasladaron a los binomios que se retirarían si se presentaban agentes antidisturbios. En respuestas a la fiscalía, Pla ha afirmado que en ningún centro se tuvo que hacer uso de la fuerza para vencer la resistencia de concentrados, y que tuvo que destinar varias unidades de ARRO a un colegio del Pont de Vilomara a lo largo del día porque había una concentración de personas «de ultraderecha» que hacían «lanzamientos» en el centro de votación. El ministerio público ha insistido sobre si la mayor parte de las intervenciones se hicieron cuando no había nadie en los centros, pero el comisario ha respondido que no le constaba.

Artefacto incendiario en Igualada «sin peligro»

Como jefe de la Región Policial Central, Pla ha explicado que unidades a su cargo se desplazaron al cuartel de la Guardia Civil de Igualada el 28 de septiembre por la presencia de un artefacto incendiario. «Vimos a través de la valla que era una bolsa de plástico con un chándal militar verde», ha explicado, «lo tiraron a unos dos metros de la valla, ni tocó el edificio ni supuso un peligro en ningún momento», ha asegurado. Pla ha recordado que fue la Guardia Civil quien se hizo cargo de la investigación.

La defensa de Forn también ha preguntado por dos concentraciones que hubo durante el otoño del 2017 delante del cuartel de la Guardia Civil en Manresa. Pla ha asegurado que se hizo el dispositivo «típico» y que va se hizo un cordón para asegurar que se pudiera entrar y salir del edificio por una de las dos puertas que hay. «Establecimos un cordón que siempre fue respetado por los manifestantes», ha dicho.

Pla ha explicado que tiene una «relación de confianza» con el teniente de la Guardia Civil responsable de seguridad del cuartel, que aquel día hablaron varias veces y que en ningún momento le planteó que las unidades de orden público actuaran. «Habría sido desaconsejable», ha asegurado. Pla ha admitido que fue «desagradable» un momento en que se izó una estelada en el cuartel, que tenían la determinación de sacarla, pero que finalmente se la llevaron los mismos manifestantes.

El comisario ha defendido que en la manifestación del 3 de octubre en Manresa los participantes pasaron por delante del cuartel «en silencio», sin incidentes, y que en aquella ocasión los Bombers participaron haciendo uno de los tres cordones, haciendo una actuación de «refuerzo», de espaldas al cuartel. «Fue una manifestación totalmente pacífica, en silencio con las manos levantadas», ha remachado.