Un miembro del secretariado de la ANC dice que el pasillo de voluntarios el 20-S estuvo «limpio de manifestantes en todo momento»

Uno miembros del secretariado de la comisión de movilidad de la ANC, Pere Miralles, ha defendido la función del pasillo de voluntarios que hizo el 20-S a Economía y ha dicho que en todo momento era «circulable» y que estaba «limpio de manifestantes» para permitir que tanto la policía como las personas que estaban en la consejería pudieran entrar y salir. Ha detallado que le ordenó el mismo Jordi Sànchez que desplegaran este cordón, que tenía metro y medio de anchura y que estaba formado íntegramente por voluntarios uniformados con chalecos. A preguntas de la letrada de Sànchez, Ana Bernaola, ha dicho que por la tarde ampliaron el cordón para proteger los vehículos y que consiguieron que bajaran los periodistas y personas de arriba. Entonces, vieron que había «pegatinas y carteles» y «algunas abolladuras» y un cristal con una grieta que protegieron con una lona. El cordón de los vehículos se deshizo cuando Sànchez lo informó pasada la medianoche que la custodia de los coches «quedaba en manos de la policía».

Miralles ha defendido que es una «constancia» en la actuación de la ANC coordinarse tanto con la policía como con otros servicios de emergencias cuando hay grandes manifestaciones siempre que hay que planificar «gestión y planificación de la seguridad». En este sentido, ha remarcado el «gran respeto y estima» que se tienen a los voluntarios porque eran «garantes» que las manifestaciones fueran «ordenadas, pacíficas y cívicas». «Se habían ganado una autoridad moral que le reconocían los manifestantes», ha dicho.

En esta línea, ha dicho que el 20-S -aunque no pudieron planificar la manifestación- hasta 300 voluntarios se implicaron para hacer el cordón cuando Jordi Sànchez se lo pidió. Según ha dicho, el cordón tenía que tener como finalidad permitir la movilidad para entrar y salir a Economía y también para que los Mossos pudieran hacer una «línea policial» para entrar detenidos. Según ha dicho, este encargo lo hizo Sànchez por petición de los Mossos.

Según ha dicho Miralles, en todo momento el pasillo estuvo «libre de manifestantes» y se podía circular y sólo ha dicho que hubo «algún momento de tensión» cuando se empezó a desplegar la Brimo por la noche cuando el pasillo de voluntarios todavía no se había acabado de desplegar hasta las puertas del teatro Coliseum. En estos momentos, sólo se ha referido a un único incidente cuándo vio «un incívico» que tiró una botella de agua abierta que pasó por su lado y lo mojó. Pero ha dicho que no vio ningún otro incidente ni daños. Según ha dicho, la actitud de la gente era «pacífica, reivindicativa e incluso un punto festiva con cánticos».

Pocos daños en los vehículos por la tarde

También ha explicado que por la tarde el expresidente de ANC les pidió que alargaran el cordón para proteger los coches. Ha dicho que no sin problemas consiguieron, finalmente, dejar libre la acera de delante de la consejería y pudieron bordear los vehículos donde, según ha dicho, vio periodistas durante la mañana.

Ha explicado que apreció como daños «pegatinas y carteles», alguna abolladura y «un cristal con una grieta». Y ha añadido que pusieron una lona para «proteger el cristal del vehículo». Los voluntarios se mantuvieron en torno a los vehículos finos la medianoche, cuando Sànchez les dijo que se podían «disolver», les agradeció la tarea y le dijeron que la custodia de los vehículos ya quedaba «en manos de la policía».