Diari Més

Un mosso describe que la Guardia Civil actuó en Canyamars contra gente que estaba «compactada y en silencio»

Un votante explica cómo lo tiró al suelo con los pantalones bajados y lo esposó

Las defensas de los acusados al juicio del 1-O en el Supremo durante el interrogatorio del teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena.

juicio 1-OACN

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Un agente de los Mossos (TIP 9823) que formaba parte del binomio en Canayamars (Marisma) ha descrito cómo fue la actuación de la Guardia Civil. Según ha explicado, ellos llegaron sobre las siete y media de la mañana y estuvieron veinte minutos intentando mediar y entrar en el centro. Mientras llenaban el acta, vieron llegar 15 vehículos de la Guardia Civil y que cuando intentaron dirigirse a un agente este los alzó la mano pidiéndoles que se detuvieran. Pasaron sólo segundos desde que bajaron del coche y empezaron a actuar. Según ha dicho, la gente tenía la misma actitud que cuándo llegaron ellos. «La gente se compactó y se mantuvo en silencio», ha dicho. Por lo tanto, ha explicado que no intentaron mediar, que vio salir gente «disparada» y uso de porras «de arriba abajo». También ha testificado uno de los votantes de este centro, que ha descrito cómo la Guardia Civil lo tiró al suelo con los pantalones bajados y lo esposó.

El agente que ha declarado –a petición de la defensa de Forn- forma habitualmente parte del Área de Investigación Criminal pero que aquel día lo movilizaron para formar parte del dispositivo. De hecho, iba sin uniforme porque no acostumbra a usar y no le llegó a tiempo.

Ha descrito como durante el día hicieron hasta tres intentos de mediar con la gente que estaba en el centro Cotxeres de Canyamars pero que nadie se erigió como a responsable y que no les dejaron acceder en ningún momento dentro del centro. Ha explicado que la gente estaba «en silencio y compactada» delante de la puerta cuándo llegaron al centro, hacia las siete y media de la mañana.

Mientras estaban comunicando la situación a la sala a unos 30 metros de la puerta del local, vieron llegar a la Guardia Civil, aunque desconocía si era por la petición de refuerzos que habían hecho o si venían por decisión propia.

Ha explicado también como un agente que iba de paisano (que dedujeron que era de la policía judicial) los levantó la palma de la mano haciendo un gesto para que no se acercaran y lrs pidió también que vigilaran su vehículo. Según ha dicho, pasaron sólo «cinco o diez segundos» desde que bajaron de los coches y empezaron a actuar contra la gente.

Su función, según ha señalado, fue comunicar a la sala la llegada y actuación de la Guardia Civil y avisar una ambulancia para «atender a los heridos». Ha dicho que recuerda que había diez u once personas que habían sufrido «contusiones y morados importantes».

Según ha descrito ante el tribunal, la gente tenía «la misma actitud» que cuándo se presentaron ellos. «La gente se compactó delante de la puerta y estaba en silencio», ha dicho. En cambio, los «gritos» los empezó a escuchar a raíz de la actuación. «Observamos gente que salía despedida y en tres o cuatro ocasiones vimos que se hacía uso de la defensa de arriba abajo, sobresaliendo por encima de las cabezas de la multitud de la gente», ha detallado.

Una vez se marchó la Guardia Civil, ha afirmado que tampoco consiguieron entrar para comprobar si se estaba votando. También ha dicho que desconocía si la policía se había llevado material. «La gente nos decía que se estaba haciendo actividad social», ha explicado.

Un votante que denuncia la actuación

La defensa de Forn también ha llamado a testificar a Irineu Alavarado, que el 1-O estaba en esta centro de votación cuando actuó la Guardia Civil. Ha descrito cómo la policía llegó y empezó a actuar sin hablar con nadie, y ha coincidido con el relato que ha hecho el agente de los Mossos. «No había ninguna actitud hostil hacia los agentes, la mayoría levanta las manos para impedir el acceso», ha explicado.

Preguntado por el abogado Xavier Melero sobre qué hacen los agentes, ha dicho que «tiraron gente al suelo» y que a primera línea había abuelas que también fueron al suelo. «Empiezan a arrancar gente, cada vez más intensamente», ha explicado. En su caso, ha dicho que como es más «voluminoso» pudo ejercer más resistencia pero que acabó «en el suelo con los pantalones bajados». También ha explicado que perdió el reloj y le hicieron caer la cola. Acabó esposado y que, pasado un rato, le preguntaron que si se «relajaba» lo soltaban. «Les dije que ya tenía bastante y me fui», ha explicado.

A preguntas de la defensa, ha explicado que no vio agresiones a la policía, que la gente gritaba 'Votaremos o no pasaréis' cuando llegaron y que, una vez actuaron por la fuerza, sí que escuchó insultos como 'animales, perros, gorilas.'

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