El director del Port de Barcelona explica que no se tramitó correctamente el atraco de un barco con policías
José Alberto Carbonell detalla que primero se comunica como buque-hotel y que hizo falta un correo de Pérez de los Cobos para aclarar que era del Estado
barco Moby Dada, Piolín, policías, 1-O
El director general del Port de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha explicado al Tribunal Supremo que no se tramitó correctamente el atraco del barco Rhapsody que el Estado envió para acoger policías. Inicialmente, recibieron el día 18 una comunicación a través de un consignatario para acoger hasta el 4 de octubre un buque-hotel, y ha explicado que lo denegaron porque la normativa es «muy restrictiva» para estos usos. Esta negativa, provocó que el director de Puertos del Estado llamara al director del de Barcelona para recriminarle que no habían permitido la entrada «a un buque de Estado». Ha explicado que hasta entonces no lo sabían y que hizo falta que el coordinador del dispositivo, el coronel Pérez de los Cobos, hiciera un correo electrónico para aclarar la situación. Finalmente, entró el 20 a primera hora de la mañana.
Propuesto por la defensa de Rull, el director general ha explicado que los buques de Estado se tienen que autorizar a través de la comandancia marina de Barcelona «con meses de antelación» y que, en cambio, en este caso no se hizo así. Pero que una vez se reunieron y averiguaron que el buque-hotel que habían rechazado era, precisamente, el barco que enviaba el Estado, comprobaron que no afectaba a la operatividad del puerto y permitieron la amarradura.
No sabe por qué el 'Piolín' no atraca en Palamós
El Port de Barcelona es de interés general y, por lo tanto, pertenece a la red de puertos estatales. Por eso, Carbonell no ha entrado a valorar las preguntas que le hacía la fiscalía sobre el por qué Rull no habría permitido la entrada de otro barco (el Moby Data, conocido como Piolín) en Palamós (Baix Empordà), porque es un puerto que depende de la Generalitat. Durante su declaración, Rull negó que la decisión fuera suya sino de los responsables del puerto, a pesar de decir que era «acertada» porque no se había comunicado correctamente.
Sí que ha reconocido que este barco acabó atracando en Barcelona y que procedía de Palamós, pero no sabía por qué motivos fue allí. En este caso, también ha dicho que analizaron la operativa del puerto para poder acogerlo (y que les costó un poco más, ha dicho) y que también recibieron una comunicación del coronel Pérez de los Cobos el día 20 comunicando que era un barco de Estado.
Problemas para acabar una carga
Durante su declaración, el exconsejero|exconseller de Territori, Josep Rull, aseguró que la actitud «expansiva» de las fuerzas de seguridad en el Puerto de Barcelona pusieron «en riesgo» la actividad exportadora, como la carga y la descarga de coches. De aquí que reconoce que dijo que «la presencia testosterònica de la policía en el puerto perjudicaba las exportaciones» y ha dicho que hacía referencia a Barcelona y no a Palamós.
Por eso, el letrado Jordi Pina ha preguntado al director general del puerto sobre este episodio. Y ha reconocido que no se pudo completar una carga y que quedaron 190 coches en el suelo porque los vehículos de la policía estaban situados en la estiba y no pudieron hacer bien el trabajo.