Un testigo explica que guardias civiles «orinaron» sobre manifestantes desde el balcón de un hotel de Calella
Asegura que lo agredieron dos agentes de paisano con una porra mientras protestaba en el establecimiento por las cargas del 1-O
Un testigo de Calella (Maresme) Josep Grima ha explicado que la noche del 1-O mientras protestaban delante del Hotel Vila por las cargas policiales unos agentes que se alojaban en el establecimiento les escupieron y «orinaron» sobre ellos desde el balcón. Ha asegurado que eran un grupo de 50 o 60 personas «con cánticos y gritos de votaremos» y que los policías reaccionaron con «actitud xulesca». Incluso, ha dicho que uno de ellos salió vestido de paisano y con una porra extensible y lo golpeó, unos hechos por los que presentó denuncia. También ha descrito que otros agentes también salieron del hotel y tiraron al suelo a mossos que hacían un cordón de seguridad». Ha negado que ellos intentaran «entrar o asaltar» el establecimiento y que «sólo era una concentración por repudiar» la situación.
En un primer momento, cuando la letrada Ana Bernaola estaba preguntando por este incidente, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha pedido que formulara otra pregunta porque consideraba que los hechos no eran objeto del procedimiento. Después de formular protesta, Marchena ha rectificado y ha reconocido que la pregunta era procedente. En el escrito de la fiscalía se hace referencia a estos hechos y policías que han testificado anteriormente también se habían referido a este tipo «de escraches» a policías, a preguntas de las acusaciones.
En la misma línea que en la sesión de la mañana, varios testigos propuestos por la defensa de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull han explicado el ambiente que hubo en centros de votación el 1-O de Llinars del Vallès, Vilanova del Vallès, Barcelona y Caldes de Montbui. Se trata de centros donde no hubo presencia de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional –a pesar de que han recordado que algunos de ellos estaban cerca de colegios donde sí fueron- y han asegurado que se pudo votar en un ambiente «festivo» y «pacífico».
También han relatado que a los colegios había parejas de los Mossos d'Esquadra que intentaron acceder al centro, pero que no lo pudieron hacer por el alto volumen de gente que había concentrada. «Era evidente que queríamos votar y que dos personas contra 200 era impensable», ha declarado Maria Guadalupe Prades, presente en un colegio de Caldes de Montbui, que ha asegurado que aquella jornada fue «una experiencia para recordar toda la vida».
Otro testigo, Lluís Peris, ha explicado que en Llinars del Vallès llegó a haber «2.000 personas» en el colegio por «el efecto llamada» provocado por las imágenes de actuaciones policiales en otros municipios. «Esto provocó que fuera más gente, no que alguien les hiciera ningún llamamiento», ha aclarado.
Montserrat Higueras, votante en la Escuela Pau Casals del barrio barcelonés de Gracia, ha asegurado que los vecinos se «autoorganizaron para pasar el día ante el colegio electoral». En la misma línea de la mañana, los testigos han respondido que no saben como llegó el material electoral dentro de los colegios a preguntas sobre todo de la abogacía del Estado.