Asens defiende el 1-O como un «ejercicio legítimo» ante un «abuso de derecho» y la «ruptura del pacto territorial»

El teniente de alcalde en funciones del Ayuntamiento de Barcelona Jaume Asens ha defendido desde el Tribunal Supremo el 1-O como un «ejercicio legítimo, no sólo por razones morales y políticas, también jurídicas», delante de lo que ha calificado «de abuso de derecho» y de la «ruptura del pacto territorial». En su declaración en el Tribunal Supremo, ha dicho que por eso llamaron a participar en aquella jornada haciendo «desobediencia civil». También ha defendido el posicionamiento del consistorio: «Nuestro compromiso, a diferencia de lo que han dicho algunos, ha sido uno de los más claros de los ayuntamientos de Cataluña, a pesar de no formar parte de la AMI», ha asegurado. Asens ha explicado que en la Escuela Ramon Llull hubo una actuación «inmoral», con «cargas indiscriminadas». El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha cortado varias preguntas de la defensa de Jordi Cuixart porque consideraba que llevaban a respuestas con valoraciones políticas.

A pesar de admitir que tenía conocimiento que el referéndum estaba suspendido por el Tribunal Constitucional (TC) y de la orden del TSJC a los cuerpos policiales para impedirlo, Asens ha defendido el 1-O como una «movilización con apariencia de referéndum»amparada por el «derecho de reunión y manifestación», que había perdido sus «efectos jurídicos»después de las resoluciones judiciales, de forma que no se tenía que entender como un tema «de orden público». Asens ha afirmado que él mismo votó porque considera que era «un medio para presionar el gobierno español para restablecer el diálogo».

El también diputado electo en el Congreso de los Diputados por los comunes ha explicado que el Ayuntamiento llegó a un «acuerdo político»con el Gobierno para apoyar el 1-O, a pesar de que ha dejado claro a Vox que no colaboraron ni con medios humanos ni material «como ningún otro ayuntamiento de Cataluña». Asens, de hecho, ha reivindicado el «compromiso»con el 1-O del consistorio: «A diferencia de lo que han dicho algunos, ha sido uno de los más claros de los ayuntamientos de Cataluña, a pesar de no formar parte de la AMI». Lo ha dicho después de recordar que el consistorio está personado como acusación popular en un juzgado de Barcelona que investiga la actuación policial.

«Cargas indiscriminadas»

Asens ha explicado que la noche anterior al 1-O no durmió y visitó varios centros de votación donde había «actividades aparentemente ajenas»al referéndum, puesto que no vio ni urnas ni papeletas.

En la jornada del referéndum, el teniente de alcalde en funciones ha explicado su visita a la Escuela Ramon Llull. Ha dicho que no conseguiór hablar con ningún mando de la policía y que presenció «cargas indiscriminadas, golpes a gente indefensa»y «como en la retirada se utilizaban pelotas de goma sin advertencias previas ni la distancia reglamentaria que establecen los protocolos». De hecho, ha relatado una «situación de pánico y ansiedad»y que estuvo con Roger Español, el votante que perdió un ojo, «hecho que condensaba la inmoralidad de la intervención».

Cortes de Marchena

A lo largo del interrogatorio, Marchena ha cortado varias preguntas del abogado Àlex Solà, que forma parte del equipo de la defensa de Jordi Cuixart. El presidente del tribunal las ha considerado impertinentes porque consideraba que encaminaban el testigo a hacer una valoración política. De hecho, también ha cortado Asens cuando en algún momento entraba a hacer posicionamientos políticos. «No cabe la posibilidad de hacer un debate sobre la actitud política de ningún partido en relación a los hechos», ha dicho Marchena en algún momento a Solà, a quien ha pedido que preguntara al testigo por lo que vio y no pedir un «juicio valorativo». «El testigo viene a narrar, no a valorar ni a difundir criterio político», ha dicho. Solà ha protestado en varias ocasiones, en algún momento apuntando que se le vulneraba el «derecho de defensa».

Después de su declaración, en una atención a los medios, Asens ha lamentado que Marchena le haya «impedido»poderse «expresar»en algunos momentos de su intervención. «Es difícil hacer un relato de hechos coherente con un magistrado que te interrumpe constantemente y que altera la secuencia de hechos tal como la quieres explicar», ha dicho. Asens, de hecho, ha calificado Marchena de «severo» y «estricto»a la hora de permitir algunas preguntas que él, que también es abogado, consideraba «relevantes».

«Incomodidad»con Vox

Cuando ha empezado el turno de las preguntas de la acusación popular de Vox, Asens ha expresado su «incomodidad»para tener que responder, a pesar de ser consciente que tenía la obligación. «Siéntase cómodo y responda por imperativo legal», le ha remachado Marchena. En las declaraciones posteriores, Asens ha explicado que quería expresar su «incomodidad»porque la abogacía del Estado y el fiscalía «vayan de la mano»de un partido «de extrema derecha»mientras «intentan sacar el Ayuntamiento de la causa del 1-O».

En las declaraciones a los medios, Asens ha defendido que la policía «no tendría que haber utilizado la fuerza»y «el único que parecía que creer que aquello era un referéndum era el gobierno español con una actuación policial innecesaria».

20-S: «Protesta finalista, no instrumental»

Durante el interrogatorio, Asens también ha hablado de los hechos del 20-S. Por un lado, ha explicado que a primera hora de la mañana el Ayuntamiento decidió hacer una «declaración pública»en que se gritaba los ciudadanos a «movilizarse a la calle». En la sede de la CUP, ha relatado que intentó hacer tareas de medicación con la policía, pero que le fue «imposible»hablar.

Asens ha descrito el ambiente ante Economía como «reivindicativo pero festivo», y ha explicado que pudo llegar a la tarima de la organización gracias «a la gente de servicio de orden», que lo ayudaron a pasar entre la multitud. «Tomé la palabra y expresé la opinión de mi formación política, que no es independentista», ha manifestado, momento en qué Marchena ha cortado la respuesta.

Para Asens, la del 20-S ante el Departamento de Economía era «una protesta finalista, no instrumental para conseguir un objetivo». «Los que estábamos allí no teníamos conciencia, al menos es mi percepción, que todavía se hiciera una diligencia judicial en aquel momento», ha asegurado.

El teniente de alcalde en funciones ha añadido que no le constan daños al mobiliario urbano de la ciudad por la concentración en Economía, ni tampoco lesiones entre manifestantes o agentes policiales.