Un jefe de los Mossos dice que la ANC ya organizó movilizaciones ante el TSJC por el 9-N sin incidentes
El mando explica que era «ordinario» reunirse con la entidad para preparar «dispositivos»
El jefe de la unidad regional de reacción y dispositivos de los Mossos d'Esquadra, Jordi Rodon, ha explicado este lunes al Tribunal Supremo que la ANC ya organizó movilizaciones delante de la sede del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) con motivo de la causa del 9-N, los años 2016 y 2017, y que no hubo incidentes. Este es un testigo pedido por la defensa de Jordi Sànchez con el objetivo de demostrar que el 21 de septiembre del 2017, el día siguiente del 20-S, no era la primera vez que la ANC convocaba una concentración delante de esta sede judicial. Rodon, de hecho, ha explicado que el 2016 la ANC ya organizó un «pasillo» de voluntarios para las autoridades y la prensa. También ha dicho que era «ordinario» reunirse con entidades como la ANC para preparar «dispositivos» ante movilizaciones de cierta dimensión.
Durante su declaración, el jefe de la unidad regional de reacción y dispositivos de los Mossos –que ha comparecido sin mostrar su rostro- ha explicado que era habitual reunirse con la ANC, también con Jordi Sànchez, para la «preparación de muchos dispositivos» por manifestaciones como las que se celebran con motivo de la Diada Nacional de Cataluña. «Es un sistema que se hace ordinariamente, no sólo con la ANC, con todo el mundo que organizar alguna cosa de este tamaño», ha dicho.
El abogado de Sànchez, Jordi Pina, ha tenido especial interés al preguntar al testigo sobre las movilizaciones convocadas delante del TSJC con motivo de la causa contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau por el proceso participativo del 9-N. El testigo ha recordado que hubo cuando hubo citaciones de los investigados y también cuando se celebró el juicio en febrero del 2017. Ha asegurado que no hubo incidentes «en absoluto» y sólo ha relatado que, en una ocasión, se «sobrepasó» el perímetro de seguridad para llegar hasta las escuelas del tribunal, aunque ha quitado importancia.
Ha añadido que, el día del inicio del juicio, «el paseo Lluís Companys estaba lleno, desbordado», y que la ANC «hizo un pasillo» para que por allí pasaran los acusados, acompañados de autoridades y de prensa, desde el Arc de Triomf hasta la zona de seguridad establecida por los Mossos d'Esquadra delante de la fachada del tribunal, donde la entidad ya no intervenía. También ha explicado que la entidad puso una «tarima» en la zona para pronunciar discursos.
Tres votantes del 1-O
Previamente, han declarado a tres ciudadanos que el 1-O estuvieron en centros de votación de Vilalba Sassera (Vallès Oriental), Badalona y Barcelona. En Vilalba Sasserra, Albert Nogueras ha explicado la llegada al municipio de una veintena de furgones de la Guardia Civil y que «entraron directamente sin intercambiar ninguna palabra con nadie» entre cánticos como «queremos votar» o «somos gente de paz». Sí ha admitido que una persona insultó a los agentes diciéndoles «hijos de puta». El testigo ha explicado que habían acordado que «se abriría un camino para que pudieran entrar» una vez algún agente informara de que tenían una orden judicial por evitar que hubiera «violencia» como habían visto en municipios próximos, como Dosrius. Según Nogueras, la Guardia Civil no se llevó material del 1-O, sino «un portátil del ayuntamiento, unos altavoces y dos urnas que se utilizan en otros tipos de votación, como poder ser unas elecciones generales».
Por su parte, Maria Pilar Rodríguez ha explicado la actuación de la Policía Nacional en una escuela privada del barrio barcelonés de Horta. Ha explicado que, cuando llegaron, los ciudadanos se«entrelazaron» y la policía empezó a actuar sin «explicar nada a nadie». «Nos arrancaron, nos tiraban en medio de la calle», ha asegurado, añadiendo que hicieron uso de porras y que uno de ellos llevaba «una escopeta que no utilizó». «Los decíamos fuera, fuera, fuera, al cabo de 20 minutos se retiraron, abrimos las puertas del colegio y seguimos votando», ha dicho.
Otro testigo, Jordi Leal, presente en la biblioteca Can Casacuberta de Badalona, ha explicado que hubo presencia de una pareja de mossos d'esquadra, «que intentó entrar» pero no lo consiguió «ante la acumulación de gente» que había. A preguntas de la abogacía del Estado, ha reconocido que estaban allí «impidiendo la entrada», «muy juntos los unos con los otros».