Pesarrodona dice que un guardia civil lo reconoció el 1-O: «Usted, famosito, venga para aquí»
El concejal de Sant Joan de Vilatorrada asegura en el Supremo que recibió «cuatro golpes de porra» en los testículos
Sólo empezar, cuando el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha preguntado si conocía a los acusados, ha respondido que «a causa de la represión». «¿Son amigos de represión?», le ha replicado Marchena. «Por la represión no he tenido la oportunidad de conocerlos», ha remachado.
Pesarrodona ha reivindicado haberse puesto la nariz de payaso al lado de guardias el 20-S como una «protesta simbólica» y como en «herramienta para sacar trascendencia cuando hay un conflicto» y ante la «imagen agresiva de un militar en la puerta». Por aquella acción, ha dicho que tuvo «mensajes de apoyo» y también «amenazas de muerte» a través de las redes sociales.
El concejal ha explicado que cuando el 1-O vio las imágenes de la actuación policial en Sant Julià de Ramis pensó que irían a su pueblo justamente por su protesta del 20-S. «Comprobé que me reconocieron», ha dicho, explicando que el oficial del operativo le dijo «Usted, famosito, venga para aquí». «Me situó a primera fila», ha añadido.
Pesarrodona ha dicho que habló con el mando, con quien tuvo una «conversación muy sincera», y que la Guardia Civil empezó a actuar cuando los concentrados decidieron abrir la puerta cuando creían que el operativo ya se marchaba. «Pensábamos que venían otra vez a dialogar», ha dicho, pero «me vi arrastrado por el suelo». «Me empezaron a golpear con la porra en la zona testicular, cuatro golpes enormes, el primero me hizo un daño increíble», ha dicho. También ha explicado las lesiones en un dedo sufridas por una otro vecino. Según ha explicado, la Guardia Civil no llegó a entrar al colegio.
El alcalde de Callús: «En nuestro pueblo somos gente pacífica»
También ha declarado como testigo el alcalde de Callús, Joan Badaia, que ha explicado cómo recibió una agresión por parte de un guardia civil que «lo empujó con el escudo». «Cuando la Guardia Civil empezó a cargar, la gente hizo gritos pacíficos y de resistencia pasiva», ha dicho, como ahora «Somos gente pacífica» o «Somos gente civil, no terroristas». Por el contrario, ha dicho que no vio que ningún ciudadano agrediera a ningún agente: «En nuestro pueblo somos gente pacífica». En total, ha añadido que en el pueblo hubo 15 heridos, 9 de los cuales presentaron denuncia.
«Me tiraron en medio de la plaza»
Para su parte, una vecina de Fonollosa, Magdalena Clarena, ha explicado que estaba sentada en medio de la plaza donde había el centro de votación cuando llegó la Guardia Civil. «Vino un guardia civil delante mío, me cogió fuerte del brazo, de malas maneras, me tiró al suelo en medio de la plaza, enseguida se cayó un chico encima mío», ha relatado. La vecina ha añadido que, posteriormente, un guardia civil la ayudó a levantarse: «Me dijo que no tuviera miedo de que estaba allí para ayudarnos, pero pensé ayudar en qué». La votante ha declarado que, como consecuencia de la actuación policial, le diagnosticaron que tenía una muñeca rota.
Otro votante, Jordi Meca, de la Escuela Mediterrània del barrio barcelonés de la Barceloneta, ha explicado que recibió «un golpe de porra en la cabeza», «dos puñetazos en la cara», «dos rodillazos», «dos golpes de porra por la espalda» y que «le levantaron toda la piel del brazo». Meca ha dicho que apuntó el número de indicación de cuatro agentes.
Otro testigo en un colegio de Barcelona, Santiago Guerra, que estaba en la Escuela Pia de la Ronda de Sant Antoni, ha explicado que la policía «los rodeó completamente», formando una «auténtica muralla». «Sin decir nada, se acercaron y empezaron a pegarnos», ha añadido. Guerra ha remarcado que lo han operado dos veces del corazón y que se habría marchado si hubiera sabido que iban a actuar «sin decir nada». Ha relatado que dos agentes lo cogieron y que le pegaron «puñetazos» en las costillas, la cara y la cabeza. «Me rompieron dos costillas y estuve un mes y medio de baja», ha dicho.