Miles de personas toman las calles y cortan carreteras en Tarragona y Reus
Varias manifestaciones se hicieron a lo largo de la jornada, con intentos de ocupar las estaciones de trenes y una tractorada en la capital del Baix Camp
Las calles de las ciudades de Tarragona y Reus se llenaron de manifestantes a lo largo de la jornada de este lunes, después de que se conociera la sentencia del Tribunal Supremo. Cortes de carreteras, intentos de ocupar las estaciones de ferrocarril se produjeron en las dos ciudades, mientras que en la capital del Baix Camp hubo una tractorada convocada por el sindicato Unió de Pagesos.
La primera de las concentraciones en la ciudad de Tarragona, de las muchas que hubo en señal de protesta por la sentencia del Tribunal Supremo, tuvo lugar delante de la Audiencia Provincial, donde un numeroso grupo de manifestantes se sumaron a los de Silenci. Revel·leu-vos, que desde hace meses se citan en las escaleras de la iglesia de Sant Pau. Dos furgones de los Mossos d'Esquadra, subidos en la acera, custodiaban el edificio. Concejales del Ayuntamiento de Tarragona como Xavi Puig, Mari López y Manel Castaño (ERC), y Laia Estrada y Ana Miguel (CUP) sostenían pancartas con lemas como «La autodeterminación es un derecho, no un delito» o «Libertad presos políticos». Poco después de las 11.30 horas de la mañana se añadió un numeroso grupo de estudiantes y el grueso de los manifestantes se dirigió a la plaza Imperial Tarraco, donde está la sede de la subdelegación del Gobierno del Estado. «Fuera de fascistas de nuestros barrios»,«La policía tortura y asesina», «Fuera de la bandera española» o «Fuera de las fuerzas de ocupación» fueron algunas de las frases coreadas por las cerca de 1.500 personas que participaban en la concentración.
Poco a poco, se sumaron personas contrarias a la sentencia del Tribunal Supremo. A las 12 del mediodía, el grupo, cada vez más numeroso, subió|enfiló|ensartó por la avenida de Andorra para dirigirse a la A-7 a la altura de los Quatre Garrofers, para proceder a cortarla, aunque ya no circulaban vehículos por la actuación de la Guardia Urbana. En este punto, se añadió a la marcha el concejal de Junts per Tarragona, Dídac Nadal.
La manifestación volvió a la plaza Imperial Tarraco, ya con unos 2.500 integrantes. Desde este punto, se dirigió a Pere Martell y la plaza Ponent, donde los manifestantes recibían el apoyo de personas que se encontraban en los balcones.
Durante la mañana sólo se produjeron dos incidentes con presencia de unionistas. Cuando los manifestantes se encontraban en la Popular, calle donde está la Audiencia, y se dirigían en la plaza Imperial Tarraco, dos jóvenes que llevaban sendas banderas españolas increparon a los manifestantes. Agentes de los Mossos d'Esquadra intervinieron para mediar y, finalmente, se marcharon. El otro tuvo lugar en la calle Colom, donde una persona que estaba en la parada de la EMT sacó una bandera española y dirigió gestos y palabras a los manifestantes, en actitud provocadora. Un joven irrumpió con fuerza, le cogió la bandera y la tiró al suelo.
Después de pasar por la calle Colom, los siguientes destinos fueron la Rambla Nova, donde la marcha ya la formaban unas 3.000 personas, y desde este se dirigió a Unión, Apodaca y la estación del ferrocarril, donde hubo un intento de acceder a su interior, hecho que frustraron dotaciones de los Mossos d'Esquadra. Buena parte de los manifestantes se dirigieron a ellos y los gritaron «no os merecéis la bandera que lleváis».
Por la tarde, grupos de manifestantes procedieron a cortar la circulación de vehículos en la plaza Imperial Tarraco y varias carreteras, como la A-7.
A las 20 horas empezó la manifestación en la plaça de la Font, con una pitada conjunta de todas las personas concentradas, unas 6.000 según la Guardia Urbana, en contra de la sentencia del Supremo. Rosa Codines, presidenta de Òmnium Cultural del Tarragonès y Òscar Hinojosa, de la Asamblea Nacional Catalana leyeron un manifiesto de rechazo a la condena del tribunal a los presos políticos. Después, el responsable de movilizaciones de l'ANC explicó a los asistentes a la concentración que la convocatoria para participar en el Tsunami democrático hasta Barcelona era|estaba en la rotonda del paseo de las Palmeras con la Rambla Vieja el miércoles a las siete y media de la mañana. Al acabar, la gente concentrada cantó Els Segadors mientras dos pilares de castillos se subían con el mensaje «Llibertat presos polítics».
Hacia las 20.30 horas, los concentrados delante del Ayuntamiento se empezaron a movilizar en dirección a la plaza Imperial Tarraco, bajando por la avenida a Estanislau Figueres con dos pancartas al frente de la manifestación en las que se podía leer: «Independència països catalans» y «Justicía espanyola franquista».
Delante de la Subdelegación del gobierno español en Tarragona, los manifestantes quemaron tres fotografías: una de Felipe VI y el rey emérito, otra del coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, y otra con todos los magistrados del Tribunal Supremo. Delante de la subdelegación, blindada únicamente por los Mossos d'Esquadra, se sintieron cánticos como «no os Merecéis la bandera que lleváis», en referencia a la bandera que llevan los agentes en el escudo del cuerpo policial catalán, «Fuera de las fuerzas de ocupación» y «1 de octubre, ni olvido ni perdón.
Escasos 20 minutos sueño los que los manifestantes se quedaron en la plaza Imperial Tarraco, cuando siguieron andando|caminando por la avenida Andorra, al grito de «pim pam pum que no en quedi ni un», en dirección a la N-240. En este punto, la manifestación contaba con la presencia de unas 6.500 personas según la Guardia Urbana. Una vez a la altura del Campus Sescelades, la manifestación se desvió en dirección Sant Pere i Sant Pau hasta llegar al A-7.
Una vez en la carretera, unas 2.000 personas, según los Mossos d'Esquadra presentes, que fueron llegando entre las 21.30 y las 22.00, cortaron la autovía en ambos sentidos. Hacia las 22.00, una parte de la manifestación se dirigió hacia la AP-7 y decenas de personas cortaron la autopista en su paso por Tarragona.
Más de 10.000 personas en Reus
Los manifestantes ocuparon las calles de Reus a partir de las 10 h y hasta pasadas las 21.30 h. La jornada empezó en los Juzgados de Reus donde decenas de personas se reunieron para manifestarse en contra de la sentencia del Supremo, el número de manifestantes fue creciendo hasta el centenar. Después de estar en torno a una hora en los Juzgados, el grupo se dividió en dos: uno para ir a cortar la T-11 y el otro para manifestarse por diferentes calles de la ciudad.
El grupo que tenía que cortar la T-11 fue parando el tráfico por varias rotondas del municipio que conectan con la T-11, pero no llegaron en esta vía. El paro más importante lo realizaron en la rotonda de la estación de autobuses.
Mientras tanto, el otro grupo fue hasta la Comisaría de la Policía Nacional, en el cuartel de la Guardia Civil y en la plaza de las Ocas, donde también interrumpieron la circulación, durante un buen rato. Los dos grupos se encontraron en el Hotel Gaudí, donde las fuerzas policiales residieron durante el 1 de octubre de hace dos años. El grupo siguió creciendo en número hasta llegar al millar que se concentró en torno a la una del mediodía en el Mercado, donde también estaban presentes los Abuelos y Abuelas por la Libertad. Después de concentrarse en el Mercado, un grupo de estudiantes fue de nuevo hasta la Comisaría de la Policía Nacional para hacer una sentada. El grueso importante de la manifestación se produjo por la tarde. En torno a las 17 h. un grupo de manifestantes cortó las vías del tren y no las liberaron hasta las 19.45 h. cuando pusieron rumbo a los Juzgados para iniciar una nueva manifestación. Mientras las vías estaban cortadas, Unió de Pagesos puso en marcha una tractorada por el centro de la ciudad que también fue hasta los Juzgados. Una cincuentena de tractores marcaron el ritmo de la manifestación que avanzó hasta el Mercado donde acabaron reuniéndose a más de 10.000 personas, dejando sin ningún hueco la plaza ni tampoco las calles adyacentes. Amojono Luri cantó una canción, creada para la ocasión y se procedió a leer el manifiesto unitario, así como repasar la agenda de los próximos días. La manifestación de la capital del Baix Camp finalizó despidiendo los tractores que estaban en la plaza Llibertat.