La CUP hace un llamamiento a la movilización porque el futuro del país «no depende de los resultados de hoy»
Reguant considera que la presencia «ostentosa» de Policía Nacional por todo el territorio es «no votar con normalidad»
La CUP ha hecho un llamamiento a la movilización popular a partir de este lunes porque considera que «el futuro de nuestro país no depende de los resultados de hoy», sino que depende de la capacidad de movilización de la población. Para Eulàlia Reguant, que ha hecho una comparecencia después de conocer los resultados del sondeo de TV3 y TVE sin hacer referencia ni tampoco a la participación, la movilización es «la mejor manera» y «la clave» para conquistar derechos como aquel «de autodeterminación, de amnistía y de derechos sociales». Reguante, número tres a la candidatura de la CUP en el Congreso por Barcelona, también ha denunciado que «no votar con normalidad» es la presencia «de manera ostentosa» de Policía Nacional y Guardia Civil por todo el territorio.
Reguant también ha criticado que se haya permitido el voto en los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil desplegados en Cataluña y que en cambio «haya tomado y exiliados políticos» que no han podido votar.
Reguant ha recordado el momento «de excepcionalidad» que vive Cataluña por el impedimento del derecho al voto a los «presos políticos y exiliados», pero también el hecho de que el 15% de la población catalana no pueda ejercer el derecho a vota por|para las limitaciones de la ley de extranjería, a los residentes extranjeros que tienen dificultados cada cita electoral para recibir las papeletas a tiempo.
La número tres de la candidatura de la CUP en el Congreso de los Diputados ha celebrado las movilizaciones de la jornada de reflexión por haber conseguido que la Junta Electoral no se atreviera a prohibirlos.
Los candidatos de la CUP, Mireia Vehí y Albert Botran, y los otros miembros de la organización como Carles Riera o Natàlia Sànchez, siguen la noche electoral en el exterior de su sede, de la calle Casp de Barcelona, en un escenario presidido por una fotografía del león del Congreso boca abajo, y el lema «ingovernables».