Unos 80 jóvenes acaban cada semana en urgencias por intoxicaciones alcohólicas

Las urgencias de hospitales o CUAPs atienden por término medio cada fin de semana en Cataluña 79 jóvenes menores de 30 años por intoxicaciones alcohólicas. Este es uno de los datos que los responsables de Salud han dado a conocer este jueves en el marco de la semana de sensibilización sobre los riesgos del alcohol, que quiere implicar toda la sociedad delante de lo que es un «problema importante de salud pública».

El 7,7% de las personas de entre 15 y 64 años reconoce haberse emborrachado alguna vez en el último mes y entre los adolescentes -de 14 a 18 años- esta cifra llega al 21,1%. La campaña pone el foco este año en los organizadores de fiestas y festivales y los espacios de ocio nocturno para pedirles que garanticen más espacios seguros y saludables. Entre las propuestas, potenciar el consumo de agua y promover las barras sin alcohol.

Uno de cada cuatro jóvenes catalanes de 14 a 18 años (27,4%) ha bebido de forma compulsiva en el último mes y ha hecho lo que se llama un episodio de 'binge drinking', ingesta elevada de bebidas alcohólicas -cinco en el caso de los hombres y cuatro en el de las mujeres- en menos de dos horas.

El porcentaje es prácticamente idéntico entre chicos (27,5%) y chicas (27,3%), según los últimos datos disponibles, correspondientes al 2016. Hace diez años, en el 2006, casi la mitad de los adolescentes (47,1%) había hecho este consumo intensivo de alcohol. En estos episodios en que se bebe tanto de alcohol, a menudo se consumen también otras sustancias, especialmente cannabis.

Con respecto a la población de 15 a 64 años, un 11,5% ha hecho una ingesta compulsiva de alcohol, o 'binge drinking', en el último mes. En el caso de los hombres es del 15,5% y en el de las mujeres, el 7,5%. «El impacto del alcohol es muy importante», ha avisado al secretario de Salud Pública, Joan Guix.

Cataluña está muy ligada culturalmente al consumo de alcohol y eso dificulta advertir los riesgos y los efectos adversos. El 8,1% de las personas (11,9% en hombres y 4,2% en mujeres) beben alcohol cada día mientras que un 9% (7,4% en hombres y 10,6% en mujeres) se declara abstemio.

El 56,7% de las urgencias relacionadas con el consumo de sustancias atendidas por los servicios hospitalarios de Cataluña fueron a causa del alcohol el año pasado. En total se atendieron 9.907 personas, que serían 27 al día por término medio. El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) atendió a 24.602 personas por intoxicaciones alcohólicas y el 061 CatSalut Responde gestionó 31.699 avisos por intoxicación etílica en el 2018, un 3,6% más que el año anterior.

El alcohol es, de largo y desde hace años, la sustancia que genera más demandas de tratamiento en los Centros de Atención y Seguimiento a las drogodependencias (CASO). Concretamente, 5.879 personas, el 42,2% del total, iniciaron tratamiento por adicción en el alcohol el año pasado. Por término medio, las personas que empiezan un tratamiento por adicción en el alcohol lo hacen después de 28 años de consumo, un largo periodo que muestra la integración del alcohol a la vida cotidiana.

También es la sustancia que más daño a terceros genera. Un dato aterrador del daño del alcohol en la salud de uno mismo y de lo que puede provocar en los otros: una de cada tres personas que murieron en accidente de tráfico había bebido alcohol. Otro caso en que el alcohol es muy peligroso para terceros es durante el embarazo, ya que puede provocar en el bebé trastornos del espectro del alcoholismo fetal (TEAF), como el síndrome del alcoholismo fetal (SAF), o tener más riesgo de infecciones o problemas de aprendizaje, entre otros.

El subdirector general de Drogodependencias, Joan Colom, ha señalado que todavía se observa consumo de alcohol en colectivos de personas que no tendrían que beber nada, como mujeres embarazadas, enfermos crónicos o que toman fármacos con que no se puede beber.

El consumo de alcohol per capita en el 2016 en Cataluña fue de unos 9,5 litros, como a Suecia y Dinamarca y a los países mediterráneos, por debajo de la media europea, que es de 11,3 litros.

Un 4,5% de las muertes están relacionadas con el alcohol en Cataluña

El consumo de alcohol es un problema muy importante de salud pública, con un impacto en la carga de morbi-mortalitat en Europa. En Cataluña, estudios recientes sitúan la mortalidad relacionada con el consumo de alcohol en el 4,5% del total. Según un informe de la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OLMOS), el consumo de alcohol causó 291.103 muertes en Europa en el 2016, un 5,5% del total. De estas muertes, el 74% fueron de hombres y el 26% de mujeres, y el 23% de jóvenes de entre 20 y 24 años.

Las principales causas de muerte atribuible al alcohol en Europa en el 2016 fueron el cáncer (29%), la cirrosis hepática (20%), las enfermedades cardiovasculares (19%) y las lesiones (18%). Entre las mujeres, la principal causa fueron las enfermedades cardiovasculares (34,8%) y entre hombres, el cáncer (29,2%).

La principal causa de muerte atribuible al alcohol varía según la edad. En menores de 35 años las lesiones intencionadas (suicidios, homicidios) y no intencionadas (accidentes de tráfico, caídas, quemaduras...) son la principal causa; en personas mayores de 65 años lo son el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

El consumo de alcohol tiene un impacto económico y social muy importante. Según un estudio, de unos 155.800 millones de euros anuales en el mundo desde la vertiente social. Otro informa reciente apunta que las pérdidas en productividad asociadas a la mortalidad atribuible al alcohol en el estado español se estiman en más de 2.000 millones de euros y concluye que invertir en salud comporta una disminución de los costes sociales atribuibles al alcohol.

Reducir la publicidad del alcohol a las fiestas

La campaña 'El alcohol es responsabilidad de todo el mundo', que el Departamento de Salud lanzó el año pasado y en la cual este año da continuidad, quiere interpelar a todos los actores para prevenir sobre los riesgos del consumo de alcohol, de las administraciones en los municipios, las empresas productoras de bebidas alcohólicas, los cuerpos de seguridad, los comerciantes, los centros educativos, los profesionales de la salud, los medios de comunicación, las familias, las amistades y uno mismo.

Salud ha puesto el foco esta vez en el ocio nocturno y los organizadores de fiestas para pedirlos que garanticen que estos espacios sean entornos saludables y de convivencia. Salud propone reducir la publicidad del alcohol y evitar el patrocinio de las empresas productoras en las actividades de ocio programadas.

También pide no promover el alcohol en general; potenciar el consumo de agua; diversificar la oferta de bebidas alcohólicas; promover las barras sin alcohol; formar al personal que dispensa las bebidas; contar con stands de sensibilización y reducción de riesgos; promover una actitud ejemplar entre los organizadores de la fiesta y favorecer el uso del transporte público.