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Sociedad

Ada Colau operada a causa del segundo embarazo

La alcaldesa pretende visibilizar los efectos colaterales que la maternidad tiene en el cuerpo de las mujeres

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante el encuentro con científicas en el marco de la iniciativa '100tífiques' en el Parque Científico de Barcelona.

Colau: «Este juicio representa el fracaso de la política»ACN

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La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha explicado que el 21 de diciembre se operó una hernia en la barriga provocada por su último embarazo. En un apunte en su Facebook, Colau ha explicado que después de parir a su segundo hijo, en abril del 2017, le quedó la barriga «destrozada, con la musculatura abdominal abierta y una hernia importante en el ombligo.»

Según ha dicho, eso le ha «condicionado» la vida y su autoestima. La alcaldesa ha lamentado que esta parte de la maternidad no se explique y ha querido hacer público lo que le ha pasado para «visibilizarla». También ha cargado contra los «machistas imbéciles» que lo han insultado para tener un bulto en la barriga.

Colau ha reconocido que después de cuatro horas de intervención y de recuperarse de la anestesia lloró «como una niña de alegría y de rabia». La alcaldesa ha destacado la felicidad que le ha provocado criar a sus dos hijos, pero ha añadido que eso «no tiene por qué compensar ni mucho menos invisibilizar los efectos colaterales que muchas mujeres» asumen por el embarazo.

Ha apuntado que a menudo se habla mucho y se ridiculizan síntomas del embarazo, como las náuseas o los vómitos, pero ha remarcado que «es mucho más que eso». «Son las estrías, la baja autoestima, los miedos e inseguridades, el peso de la responsabilidad, las muchas cosas que no tienes que comer o no beber, que se niegue nuestra deseabilidad y sexualidad durante el embarazo y en los meses posteriores, y un largo etcétera», ha resumido.

Todos estos problemas, ha continuado, son de las mujeres, no son de la familia ni de la sociedad ni del sistema de salud. En este punto, ha apuntado que como muchas otras mujeres, ella no tuvo tiempo para hacer yoga, piscina o gimnasia pre y postparto.

El equipo médico estaba satisfecho con el parto y el estado del bebé y le dijo que la hernia no era nada grave. Ha reconocido que ha pasado dos años sintiendo «que nadie se preocupaba por eso», que era sólo su problema, que su cuerpo era «más feo» y que se tenía que comprar ropa más ancha para disimular su «deformidad».

En más, ha lamentado que en las redes sociales ha tenido que aguantar tuits y fotos con «insultos o mentiras horribles», como cuándo dijeron que escondía un cirio bajo su camisa en el homenaje a las víctimas del atentado terrorista en la Rambla.

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