Sensación de abandonament,despoblación y viviendas caras, problemas de micropueblos

La despoblación, el envejecimiento, la falta de infraestructuras y equipamientos, la paradoja de depender de varias administraciones, la falta de vivienda para alquilar o comprar a precios razonables y, sobre todo, la sensación de abandono, son los principales problemas que tienen los 337 micropueblos que hay en Cataluña. Así lo concluye el estudio «A Hamlets. Inmigración y desarrollo sostenible en micropueblos», dirigido por el geógrafo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Ricard Morén-Alegret, que durante dos años ha explorado 208 de los 337 pueblos que tienen menos de 500 habitantes en Cataluña para identificar la llegada y asentamiento de inmigrantes en estas pequeñas localidades.

«La sostenibilidad de los micropueblos, los que tienen menos de 500 habitantes, está amenazada, entre otros factores, por la despoblación, mientras personas que han migrado o con proyectos buscan dónde vivir», dicen los autores del estudio, Morén-Alegret, Francesc Romagosa y Cristóbal Mendoza (UAB).

El trabajo, financiado por el programa RecerCaixa de la Fundación La Caixa, también concluye que el envejecimiento y la despoblación hacen de estos territorios, la mayoría rurales, vulnerables a peligros como incendios forestales, inundaciones o especulación descontrolada. Morén-Alegret ha destacado que en los micropueblos catalanes, aunque ocupan un 35% de la superficie de Cataluña, sólo vive el 2% de la población.

La hipótesis principal del estudio, que ha contado con el apoyo de la Asociación de Micropueblos de Cataluña, la Asociación Española de Municipios de Montaña, el Conselh Generau de Arán y el Consorcio Galo Alt Urgell-Cerdanya, es que la inmigración, internacional e interna, «tiene potencial para contribuir socialmente, económicamente, medioambientalmente y culturalmente al desarrollo sostenible de muchos micropueblos», ha explicado el geógrafo. Aunque el trabajo se ha centrado en micropueblos de Cataluña, los autores también han hecho pequeñas prospecciones en pequeños municipios de Francia, Irlanda e Irlanda del Norte para poder hacer comparaciones.

El estudio ha cuantificado en 337 los micropueblos que hay en Cataluña distribuidos en 35 comarcas y destaca que el Alt Empordà está donde hay más, con 29, seguimiento de Berguedà (21), el Priorat (20) y Osona (19). El trabajo de campo de la investigación|búsqueda ha incluido entrevistas|vislumbradas en profundidad a 75 habitantes españoles y 41 más nacidos en el extranjero que viven de estos pequeños municipios, donde la densidad de población oscila desde los 1,5 habitantes por kilómetro cuadrados de la Vansa i Fórnols (Lérida) en los 10,8 de Palau de Santa Eulàlia (Alt Empordà), mientras que la media de Cataluña es de 239 habitants/km2.

Los investigadores de este proyecto han recogido datos de los micropueblos desde 2017 y, entre las conclusiones para potenciarlos, los autores sugieren diversificar sus actividades y las posibilidades de montar negocios e incluso infraestructuras científicas, como la que el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental (ICTA-UAB) tiene en Alinyà (Alt Urgell). Durante la presentación del estudio esta semana en el Palau Macaya, el presidente de la Asociación Española de Municipios de Montaña y Síndico de Arán, Paco Boya, ha destacado que las sociedades actuales tienen que afrontar el problema del despoblamiento territorial y el fenómeno de la inmigración.

Boya ha lamentado que en «España haya 4.000 pueblos a punto de cerrar», ha subrayado que la despoblación «es una problemática grave, real y muestra cómo entendemos el territorio» y ha afirmado que «la despoblación no es una cuestión de valles remotos». La gerente del Consorcio Grupo de Acción Local Alto Urgell-Cerdanya, Mireia Font, ha destacado la existencia de las experiencias Leader, que buscan que los jóvenes puedan desarrollar su trayectoria en el mundo rural, mientras que el presidente de la Asociación de Micropueblos de Cataluña (AMC), Mario Urrea, ha reivindicado la necesidad de «uno equilibrio territorial» y ha calificado de «tercermundista» el actual modelo territorial de Cataluña.