Decretan el confinamiento total de la Conca d'Òdena durante 15 días
El ejecutivo español tendrá que autorizar la medida que restringe las actividades de ámbito laboral
Durante la comparecencia Buch ha recordado que para vencer el coronavirus hace falta la «implicación de todo el mundo» porque el virus «no viaja solo» sino que «nos necesita a nosotros para propagarse». Ha defendido que la mejor arma para luchar es «quedarse en casa».
La resolución, firmada por Buch y la consellera de Salud, Alba Vergés, prohíbe la movilidad a pie, en vehículo privado o público, colectivo o individual a excepción de los suministros de alimentos o los servicios necesarios para el funcionamiento de los centros productores de alimentos y el suministro de productos de higiene y de primera necesidad. Sólo podrán ir a los centros de trabajo los empleados de servicios de seguridad, emergencias y protección civil, sanitarios, penitenciarios, servicios sociales y residenciales, forenses, funerarios, meteorología, transportes e infraestructuras, radio y televisión de servicio público, electricidad, agua potable, aguas residuales y purificadoras, carburantes, gas, telecomunicaciones, residuos, suministros sanitarios, servicios de la industria química imprescindibles para su seguridad y los servicios de limpieza vinculados a los anteriores servicios. También se permite el desplazamiento a ópticas, ortopedias y dentistas sólo en caso de urgencia, para comprar alimentos y bebidas, productos de higiene, medicamentos y productos farmacéuticos de primera necesidad, y para poner combustible en los vehículos de motor.
Todos los desplazamientos se harán de forma individual, excepto en caso de menores de edad o dependientes, y durante el mínimo tiempo imprescindible. El transporte público tendrán unos servicios mínimos de un máximo del 10% del servicio habitual en día laborable.
Buch ha explicado que el 13 de marzo se inició una primera fase del confinamiento a la Conca d'Òdena que se centraba en la zona perimetral para controlar la entrada y salida de vehículos. Como este jueves finalizaba la vigencia del periodo que acordaron, este miércoles Buch Vergés han firmado la nueva resolución después de la reunión del comité técnico y el consejo asesor del ProciCat, resolución que tendría que entrar en vigor a las 00.00 horas del próximo viernes.
Buch ha asegurado que nos los informes del Gobierno sobre la pandemia de coronavirus tienen datos que en Cataluña se producen 6,9 muertes por cada 100.000 habitantes. Una cifra que en el Estado es de 7,4 defunciones por 100.000 habitantes, en Madrid 27,9 traspasos por cada 100.000 habitantes y a la Conca d'Òdena 63,1 muertos por 100.000 habitantes. En la región italiana de Lombardía, la región del país más afectada por el virus, 41 muertes por cada 100.000 habitantes.
Con estos datos sobre la mesa, el conseller de Interior ha defendido la medida que lo ha priorizado para «proteger en la población» y no tanto para evitar que el coronavirus se «propague» fuera de la zona. Buch ha dicho que no se plantea que el gobierno español ante los datos «aterradores» no contemple ampliar el confinamiento.
Buch ha dicho que con la resolución firmada ya no se podía hablar de que la medida sea sólo una «recomendación». Ha reconocido que quien tiene la autoridad «para decidir si protege la salud es el gobierno del Estado y el poder judicial».
Por su parte, la consellera de Salud, Alba Vergés, ha explicado que esta medida «drástica» es «absolutamente necesaria» para «allanar la curva de casos» lo mejor posible, cortar las cadenas de transmisión, el riesgo de transmisibilidad y el índice de transmisión. «Todo lo que hacemos estricto hoy será tiempo ganado después, y si lo hacemos bien, después nos podremos recuperar mejor», ha dicho Vergés. «No tenemos miedo de medidas drásticas», ha remachado, recordando que las medidas actuales no tendrán efecto inmediato, sino de aquí unos días. «Es una crisis humanitaria», ha concluido.
Además, ha recordado que el brote es especialmente grave porque de los 306 casos positivos, casi la mitad, 140, son sanitarios del Hospital de Igualada, cosa que ha obligado a derivar enfermos en el Hospital General de Cataluña, a Sant Cugat del Vallès, y a reforzar al personal con plantilla del Hospital de Bellvitge. Además, la atención primaria pediátrica se ha concentrado en un CAP y el SEM ha montado una carpa de selección para casos sospechosos de covid-19.
Igualmente, ha dicho que no rechazan ninguna ayuda exterior, incluidos los hospitales de campaña montados por el ejército español, que se podrían preguntar cuándo fuera necesario.
Según ella, el aumento tanto importante, tanto en la Conca d'Òdena como en el resto de Cataluña, es lo que ya se preveía, y sobre la mesa de la Conselleria hay varios escenarios plausibles, el peor de los cuales sitúa el pico de casos a finales de abril y con unos 13.000 muertos en todo el país. Además, una vez llegue el pico de casos, todavía quedarán tres o cuatro semanas complicadas.
La consellera también ha agradecido a la población de la zona el alto grado de cumplimiento de las recomendaciones sanitarias, sabiendo las consecuencias personales que comporta, que a ella misma también la afectan.