Las familias de las escuelas concertadas piden ayuda económica al Gobierno
Buscan una solución ante los impagos en las cuotas voluntarias que se están registrando desde el inicio del confinamiento
La Confederación Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña (CCAPAC) y la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Escuelas Libres de Cataluña (FAPEL) han enviado una carta al presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la cual le piden que «tome las iniciativas necesarias para que este sector tan castigado por l'infrafinançament no sufran todavía más las consecuencias dramáticas de este momento».
Las federaciones de asociaciones de padres, que representan a casi el 70% de las familias de las escuelas concertadas, han constatado que, a causa de la actual crisis sanitaria y económica, las escuelas «dejan de percibir cantidades legalmente previstas para aquellos servicios y actividades que no se están prestando».
Además, han reconocido en un comunicado que están recibiendo multitud de consultas y demandas sobre cómo tienen que proceder las familias con las aportaciones voluntarias.
Las dos entidades han alertado de que «para muchas escuelas, dejar de tener ingresos puede significar su cierre» y se han solidarizado con las familias «que están pasando una situación difícil, tanto económica como humana.»
CCAPAC y FAPEL han añadido que las aportaciones económicas «son una cuestión entre las familias y la escuela» y han recomendado que cada familia «hable con la escuela para buscar soluciones entre todos».
Las federaciones han apelado al «buen juicio de las familias» ante la posibilidad de cierre de muchas escuelas al dejar de tener ingresos, alguna cosa que «seguro que tampoco queremos».
Asimismo, han añadido que las escuelas quieren comprometerse a no romper la cadena de solidaridad con sus proveedores, que en su mayoría son pequeñas empresas cuyos trabajadores dependen también de esta cadena y que también tienen hijos en las escuelas.
Viernes pasado, la Fundación Escuelas Cristianas de Cataluña (FECC) afirmó que la supresión de cuotas de las escuelas concertadas durante el periodo de confinamiento «no es fácil ni puede ser unívoca», por lo que «no se pueden tomar decisiones tan llenas de buenas intenciones como precipitadas».
En una carta interna enviada por la patronal de las escuelas cristianas a su comunidad educativa, en la cual tuvo acceso Efe, la FECC demandó unidad del colectivo y argumentó que «lo que más nos puede ayudar en este momento es la tarea coordinada y la autonomía en la toma de decisiones bajo directrices comunes».