Política
La CUP insta al Gobierno a «llevar al límite» las pautas de la OMS
Vidal Aragonès anima a los comunes a subir la voz «como en otras crisis sanitarias» si rechazan la gestión del PSOE
Los cupaires también son críticos con la gestión del Gobierno. Apuntan que el confinamiento no tiene que implicar que falten elementos de control al ejecutivo y que, además, da información «contradictoria». «Salen mucho en los medios de comunicación, pero una sobreexposición no siempre significa más información, porque hay que no se ha querido dar», ha remachado el diputado. Después de la situación vivida en las residencias de personas mayores, y que el Departamento de Salud haya asumido la gestión, traspasada del Departamento de Asuntos Sociales y Familia, la CUP no descarta pedir dimisiones de consejeroscuando puedan atribuir «responsabilidades concretas».
Aragonès ha dicho que el posicionamiento de un solo miembro de los comunes -el portavoz en Madrid, Jaume Asens, que se ha manifestado a favor del confinamiento más estricto»- no se puede extender en lo que piensan todos los comunes. Así, les ha pedido que «critiquen lo que es evidente de vez en cuando». Cree que no tiene «mucho sentido» que los comunes «aplaudan televisar el poder militar» y que en los lugaresdonde tendrían que estar los ministros de Unidas Podemos, al lado de los ministros socialistas, sólo haya militares, en referencia a las comparecencias públicas en que el gobierno español informa de la evolución de la pandemia. «No puede ser que antes hicieran críticas que, a nuestro parecer, eran correctas, y que a día de hoy no estén saliendo a decir lo que realmente piensan», ha añadido el diputado de la CUP, que cree que eso no debilitaría los comunes, sino que los fortalecería.
La CUP también ha advertido que lo primero que se tendrá que hacer una vez se acabe la lucha contra el coronavirus es finalizar «la intervención» y el «155 indirecto». También se tendrá que abordar con qué perspectiva se aborda la «batalla para ver quién paga la crisis». En este sentido, la formación insiste en que tienen que ser «los grandes propietarios y los bancos» y no la clase trabajadora.
La CUP reprocha a Buch sus declaraciones
Después de que el conseller de Interior, Miquel Buch, relacionara las 1.714.000 mascarillas enviadas por el gobierno español a Cataluña con la derrota de 1714, la CUP ha considerado que no fue «lo más acertado» y le reprocha que centre la atención en eso y no en la «mala gestión» de Sánchez. Con todo, no rechazan que las unidades destinadas para Cataluña «puedan tener un origen en una mala intención de alguien» pero creen que nunca se tiene que picar: «Una cosa es denunciar políticamente lo que significó en 1714 parala historia del país, pero cruzar y entrar en debates que no nos aportan nada al tema de fondo, no».
Aragonès cree que, si la hipótesis de la intencionalidad es correcta, desde Madrid han conseguido el objetivo de «no debatir sobre la mala gestión». En cambio, explica que se tendría que haber apuntado a «si 1.714.000 son suficientes o no», o por qué no han llegado las que se habían prometido.
Un Gobierno que se contradice
Finalmente, la CUP ha descartado que se tenga que fijar ahora una fecha de elecciones, cómo tenía previsto al presidente del Gobierno una vez aprobados los presupuestos, antes de la epidemia. Sin embargo, sí que constatan que el ejecutivo está «muy agotado» y que las «contradicciones» entre JxCat y ERC se hacen evidentes cada día en las ruedas de prensa donde informan de la evolución de la covid-19. El diputado de la CUP ha manifestado que ahora no es momento de discutir sobre el momento político y sí de poder fiscalizar el Gobierno, trasladar las propuestas para salir de esta crisis sanitaria y evitar que se convierta en una crisis social «muy grave».