Salud
La receta electrónica ahorra más de un millón de visitas a los centros sanitarios
La medida ha permitido vaciar los CAP
Por otra parte, y siendo al mismo tiempo otra medida excepcional, se ha permitido que en los pacientes crónicos con prescripciones de larga duración, y que requerían renovarla, se les puedan seguir dispensando los tratamientos sin necesidad de ir a al CAP. En este sentido, son más de 66.000 pacientes los que han visitado directamente las farmacias. Sin embargo, Pontes ha indicado que en las próximas semanas este colectivo que presenta un plan caducado hará falta que vuelva al médico para poder renovarlo. Esta medicación requiere la revisión por parte de un especialista, ya que este determinará la necesidad, o no, de hacer algún cambio de tratamiento.
La medida permite que el farmacéutico pueda consultar la medicación del paciente a partir de la tarjeta sanitaria y pueda dispensar gracias a la receta electrónica. «Este es un claro ejemplo de cómo la farmacia se ha implicado activamente, en coordinación con la administración, para dar soluciones a los retos que plantea la actual crisis sanitaria,» ha remarcado Jordi de Dalmases, presidente del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña.
Por su parte, Pontes ha añadido que esta ha sido una medida excepcional que habrá que revertir, porque la normativa vigente todavía se basa en el uso de papel. No obstante, ha indicado que se ha acelerado la implementación de un camino que ya se estaba explorando para optimizar procesos y reducir el uso del papel. Ha sido posible, ha dicho, gracias al hecho de que la receta electrónica en Cataluña «está muy bien consolidada y funciona muy bien».
En general, la pandemia ha obligado a desarrollar nuevas maneras de trabajar y potenciar las consultas telemáticas. «La crisis ha impulsado proyectos que, si bien ya estaban previstos, en estos momentos se han acelerado para dar una respuesta a las necesidades actuales», ha apuntado Jaume Benavent, referente de atención primaria y salud comunitaria en el Área Asistencial del Servicio Catalán de la Salud. Benavent concreta que estas medidas se han tomado sobre todo para evitar los desplazamientos innecesarios, pero también servirán en un futuro para facilitar y disminuir la burocracia de estos trámites.
Según Benavent, el plan|plano de medicación en papel seguirá siendo «una herramienta básica» para muchos pacientes, pero la consolidación rápida de formatos digitales «no tendrá marcha atrás y conseguirá ahorrar tiempo de pacientes y profesionales».