Buch apuesta por adaptar las franjas horarias

Sin embargo, ha dicho que será el gobierno español quien dicte la normativa y determine si el hecho de no llevarla puede ser sancionable. Para él lo tendría que ser y ha apuntado que lo que se busca es «velar por la salud de todos».

Sobre las franjas horarias, se ha mostrado partidario de flexibiltizar-las pero ha dicho que eso tendría que ir acompañado del uso obligatorio de mascarilla en el espacio público. Ha añadido que las franjas horarias son recomendaciones y que no se puede sancionar alguien que se encuentre fuera de su franja. En todo caso, ha apuntado que cada territorio tiene su realidad y que estas se podrían adaptar a las necesidades diferentes.

Por otra parte, ha reconocido que es difícil gestionar y poner normas para el desconfinamiento pero ha lamentado que la propuesta del gobierno español tiene «muchas incoherencias». Entre estas ha situado la de no poder salir del municipio para hacer deporte pero sí poder ir en la terraza de un bar en fase 1. En este ámbito, ha considerado «imposible» que se cumplan los dos metros de distanciamiento con mesas de hasta 10 personas y ha considerado que se tendría que reducir el número máximo de permitidos en un mismo encuentro y más amplitud.

El conseller ha afirmado que «es imposible que la gente no se encuentre», entre otros los adolescentes, pero ha reclamado un cumplimiento estrictode las medidas de seguridad establecidas.

Ha apuntado también que existe la posibilidad de que las policías locales y los Mossos hagan control de acceso en las playas durante este verano, aunque ha afirmado que es «prematuro» todavía decir cómo se gestionará este tema.

El conseller ha explicado también que la Generalitat propuso que el Bajo Montseny entrara este lunes en fase 1 porque creían que se daban las circunstancias y ha explicado lo volverán a intentar, siempre de acuerdo a los datos. «Como en otras cosas, normalmente nos dicen que no y después lo aceptan», ha declarado.

Con respecto al plande reapertura de las escuelas, el conseller ha explicado que el Gobierno presentará una propuesta «muy pronto» y que esta incluirá la visión desde todos los ámbitos. Ha reconocido que se trata de un tema «complejo» y que se trabaja «para que todo acabe cuajando» en alusión a las necesidades de Educación y las exigencias de seguridad.

Desde el inicio del desconfinamiento, los cuerpos policiales han puesto 120.000 multas a Cataluña, de las cuales el 40% la policía local y el 60% los Mossos. Al ser preguntado sobre si ha habido muchas denuncias por abuso de poder de los agentes, Buch ha contestado que no dispone de los números pero que no le consta «que sea un hecho alarmante ni preocupante».

Ha explicado también que se siguen haciendo las pruebas PCR a los Mossos tal siguiendo la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y la mayoría de casos son negativos porque muchos agentes han estado aislados en casa durante muchos días.

Las cosas «hubieran ido mejor» si Cataluña tuviera las competencias

Buch ha insistido en la necesidad de que Cataluña recupere sus competencias para gestionar el día a día de la desescalada. «Estoy convencido de que las cosas hubieran ido mejor», ha afirmado ante la hipótesis no haberlas perdido.

En este sentido, ha dicho que el Gobierno tomó decisiones ya antes del Estado de alarma y que se fue «un paso por anticipado» porque se activó la prealerta del Procicat antes incluso de lo que establecía el propio plan|plano. «Nadie puede decir que el Procicat se activó tarde», ha insistido.

«No sacaré pecho que lo hemos hecho todo bien, hay más de 11.000 personas muertas, eso no es hacerlo bien», ha añadido sin embargo. Con respecto a la gestión de las residencias, ha dicho quién juzgará la gestión será la sociedad, el Parlamento y la parte judicial. Ha garantizar que desde el Gobierno se ha hecho «manos y mangas» para superar la situación y ha añadido que hay elementos de garantías que permiten que si un gestor público no ha hecho bien su trabajo se pongan en marcha los mecanismos para repararlo.