Sanidad
Los expertos constatan que faltan enfermeras en Cataluña y médicos de algunas especialidades
La covid evidencia déficits en Medicina Familiar y problemas para retener el talento a causa de las condiciones laborales
La crisis del coronavirus ha hecho aumentar la actividad de una primaria ya saturada y plantea ahora un reto colosal a los CAP y hospitales: mantener en pandemia la asistencia no covid-19. Ante estas necesidades, el sistema de salud catalán se ha encontrado con que no puede contratar más médicos ni enfermeras de familia y que tampoco es fácil hacerlo en otros ámbitos. ¿Por qué?
Faltan médicos por especialidades y según el territorio
La ratio de médicos de Cataluña es de 4,83 por 1.000 habitantes, por encima tanto de la del estado español (3,8) como de la media de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (3,4). Son datos de la OCDE correspondientes al 2017 y recogidas en el documento de presentación del Foro de Diálogo Profesional impulsado por el Departamentde Saluten 2018.
Ante estos datos, la directora general de Profesionales de la Salud, Montserrat Gea, señala que Cataluña tiene «un número suficiente de médicos» pero que no hay una «buena distribución por territorios ni por especialidades».
El director general corporativo del Col·legi de Metges de Barcelona (CoMB), el doctor Marc Soler, coincide: «Faltan médicos en algunas especialidades, como son Medicina Familiar, Pediatría, Anestesia o Psiquiatría, y en algunos territorios, donde las ofertas laborales cuestan más de ocupar». Soler reconoce que en los últimos años la administración ha hecho un esfuerzo para aumentar las plazas, pero no es suficiente para «dar salida a las necesidades».
Por territorios, la ratio de profesionales sanitarios -incluye médicos, enfermeras y otros perfiles- es desigual, según recoge el documento del Foro de Diálogo Profesional. El Alto Pirineo y el Arán y la Cataluña Central son las regiones que tienen menos sanitarios, 5,53 y 6,26 por 1.000 habitantes, respectivamente. La que tiene más es la región de Barcelona, con 14,55.
Aquí se tiene que sumar el reto del relevo generacional, señala Gea. Se prevé que en los próximos años se jubilen entre el 30 y el 40% de los profesionales sanitarios.
Una Medicina Familiar disminuida
Para el presidente de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (CAMFiC), el doctor Antoni Sisó, la pregunta no es si faltan médicos, sino «qué médicos son los que faltan». «Faltan médicos en varias especialidades y sobre todo en Medicina Familiar y Comunitaria, que tienen una visión general y una alta capacidad de resolución en varios ámbitos, como en la primaria, urgencias y residencias», recalca.
«El problema se ve mucho en la Medicina Familiar porque la atención primaria es la puerta de entrada al sistema y tendría que tener mucha fuerza», destaca el secretario general del sindicato Metgesde Catalunya, Josep Maria Puig.
Aunque la Medicina Familiar y Comunitaria es la especialidad mayoritaria (21%) –según datos facilitados por Salut-, esta dotación se considera insuficiente a las necesidades actuales del sistema. Según datos de la CAMFiC, en Cataluña, la media de médicos de familia por cada 10.000 habitantes es de 7,2 y la media de la Unión Europea se encuentra por encima de los 9,5. Eso significa que faltarían unos 1.000 médicos de familia más enCataluña, indica el doctor Sisó, que advierte que estos profesionales no se pueden fabricar de golpe».
El presidente de la CAMFiC denuncia que en los últimos años se ha reducido de forma drástica el número de plazas de la especialidad, que representaban un 43% del total de plazas MIR en 1996 y el 28%, en el 2020. Para el doctor Sisó, se tiene que volver a hacer una inyección de plazas de Medicina Familiar en el sistema MIR como la que se hizo a mediados de años 90 y puntualiza que si bien no resolverá los déficits ante la actual crisis sanitaria, sí que podrá servir para eventuales pandemias y, en cualquier caso, para «hacer que el sistema sanitario sea sostenible».
Faltan enfermeras en general y con especialidad
La ratio de enfermeras en Cataluña es de 6,09 por 1.000 habitantes, muy alejada de la media de la OCDE, que es de 9. La ratio estatal todavía se encuentra más alejada (5,51). La directora general de Profesionales habla de ratios «muy insuficientes» si se comparan con el resto de países europeos y sitúa como uno de los grandes retos solucionar la falta de enfermeras y técnicos de cuidados de enfermería.
Gea explica que están trabajando con la Secretaría de Universidades para incrementar las plazas públicas de Infermeria. Actualmente más del 50% de las plazas son privadas y el compromiso con Universidades es aumentar las de precio público para cubrir las jubilaciones de los próximos años. Es que, además, hay mucha demanda para estudiar Infermeria y la pandemia todavía la ha incrementado más. Eso quiere decir que la gente joven quiere ayudar y están comprometidos», destaca.
El secretario de acción sindical del sindicato de enfermería SATSE, David Carbajales, considera que las enfermeras «han sido devaluadas y poco consideradas por los poderes públicos» durante mucho tiempo y eso ha hecho que ahora no haya «bastantes graduadas nuevas». «Los centros de salud están buscando enfermeras en todas partesdonde pueden, faltan», añade.
La presidenta de la Associació d'Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya (AIFiCC), Alba Brugués, explica que desde hace más de diez años están denunciando que en Cataluña faltan muchas enfermeras, tanto en la primaria como en los otros ámbitos, hospitalarios, sociosanitarios y en las residencias. Brugués considera que ahora «se están pagando las consecuencias» de «no haber hecho los deberes» de crear más plazas universitarias, por una parte, y de la especialidad de Enfermería Comunitaria en el sistema EIR –Enfermero Interno Residente, lo que equivaldría al MIR-, de la otra.
La presidenta del AIFiCC advierte que esta situación de falta de enfermeras sobre todo en la primaria «no se paliará de un día paraotro» y recalca que una enfermera altamente cualificada necesita una formación de seis años, cuatro de grado y dos de especialidad. Actualmente hay 60 residentes de Enfermería Familiar enCataluña y para Brugués, hace falta un «salto cualitativo» si se quiere abordar la transformación de la atención primaria.
A diferencia de los médicos, el 92% de enfermeras en Cataluña no tiene reconocida una especialidad, según datos facilitados por Salutrecogidos en el Foro de Diálogo Profesional del 2018. Una de las reclamaciones de hace años de la profesión enfermera es potenciar las especialidades en la profesión.
La mitad de los médicos de menos de 45 no tiene estabilidad
Cerca del 50% de médicos de menos de 45 años no tienen estabilidad laboral, según recoge un estudio del CoMB del 2016. «Tienen contratos precarios, sobre todo temporales, algunos de semanas o de días; con pocas expectativas; en qué falta tiempo de formación; con una retribución baja», destaca el director general del colegio. «Las ofertas laborales no son lo bastante atractivas y desmotivan a unos médicos que se incorporan al mercado laboral después de unos diez años de formación, seis de carrera y cuatro de especialidad», recalca.
El dirigente del sindicato Metges de Catalunya atribuye el «déficit importantísimo» de médicos y enfermeras a los «recortes de los últimos años». «Cataluña está formando la cantidad de médicos necesaria para que el sistema funcione correctamente, pero el problema es que una vez formados, se van ante la precariedad, la sobrecarga de trabajo y las malas pagas», subraya.
El año pasado, Barcelona fue la provincia donde más certificados de idoneidad se pidieron, 861 de los 4.100 entodo el estado español. Este certificado es necesario para colegiarse como médico en otro país y, si bien no refleja el número de médicos que se acaban marchando, sí que es indicativo de los que se lo plantean. En número de solicitantes –cada médico puede pedir más de uno porqué tienen una vigencia de tres meses-, en Barcelona fueron 492 médicos, sólo superado por Madrid (570), según datos de la Organización Médica Colegial de España.
La directora general de Profesionales reconoce que otro de los retos es intentar que las condiciones laborales sean más «atractivas» para los médicos una vez finalicen su especialidad. En este sentido, señala que el departamento está trabajando para «mejorar las oportunidades de desarrollo profesional e intentar en los próximos años equiparar las condiciones laborales a las que ofrecen otras comunidades autónomas». «Si tenemos un índice de atracción más elevado podremos combatir estas carencias en especialidades», afirma.
Contratos «muy precarios» entre las enfermeras
Carbajales, del sindicato de enfermería SATSE, también habla de «contratos muy precarios, que en muchos casos duran pocos días» y de un problema en la «gestión de los recursos», ya que muchos centros sanitarios comunican las contrataciones en elúltimo momento, lamenta. «A fecha 30 de septiembre, había muchas compañeras que todavía no sabían si continuarían o no», ejemplariza. Por su parte, la presidenta de la AIFiCC también habla de «contratos muy precarios, de días o de semanas, sin fidelizar a las enfermeras en el puesto de trabajo».
Gea destaca que están trabajando con las patronales y recursos humanos para que los contratos sean los más estables posibles: «Yes que las necesitamos. Tiene poco sentido en la actualidad hacer contratos de días cuando necesitamos enfermeras. Tenemos que conseguir un gran consenso para que los contratos de las enfermeras sean mucho más estables. Han mejorado últimamente, pero todavía queda mucho margen».
Una otro de los objetivos de Gea es mejorar las condiciones laborales para que las enfermeras que se marcharon durante la crisis económica a países que les ofrecieron mejores condiciones laborales, como el Reino Unido, «vuelvan a casa».