Descubrimiento
Descubren una costilla de vaca marina de hace 42 millones de años en Folgueroles
Unos geólogos vieron el fósil en un camino real por donde pasan vehículos y se extrajo de urgencia por el riesgo de degradación
El bloque de piedra ya mostraba que la pieza destacaba. Según el geólogo, «por la longitud que tenía (unos 40 cm) y el estado de conservación, era interesante de sacarlo». Explica que es un hallazgo excepcional por la «escasez» que hay de estas piezas en Cataluña y sobre todo porque vieron que era fácil de extraer sin que se destruyera.
Y es que en la comarca hay catalogados fósiles similares pero que están rodeados de roca dura y no se pueden tocar porque se destruirían. En este caso, en cambio, se pudo extraer y ya está en proceso de consolidación y restauración. Un trabajo que durará semanas.
Fuera de su hábitat y en aguas profundas
Los geólogos recibieron el apoyo del personal del Espacio Natural de las Guilleries-Savassona y, una vez analizado el material que lo rodeaba, han llegado a una conclusión: el fragmento de vaca marina de hace 42 millones de años quedó en una zona de aguas profundas en que no se corresponde en su hábitat. Las Comarcas Centrales eran en aquel momento un mar tropical.
Estos mamíferos de grandes dimensiones hacían «pastos submarinos» y se comían lo que ahora serían las posidonias, plantas que necesitan la luz para sobrevivir. La hipótesis de los descubridores es que el animal murió y sus restos acabaron flotando a la deriva y dispersas por diferentes puntos por la acción de diferentes depredadores. Es por eso que descartan que puedan haber otros fragmentos del ejemplar cerca. Con los años, el fósil quedó enterrado por «capas y capas de centenares de metros de sedimento en encima el hueso». Y el tránsito rodado, añade, puede haber estado también un aliado para sacarlo a la luz.
Hacer pedagogía sobre un material muy sensible
Una vez finalicen los trabajos de restauración, la costilla será dada al Ayuntamiento de Folgueroles para que se exponga al público. «Queremos que esté a la vista de todo el mundo porque es patrimonio de todos» observación Vilà. Y subraya que también será una oportunidad por hacer pedagogía sobre estas piezas. Afirma que, por desconocimiento o mala praxis, hay personas que expolia fósiles y se les queda en casa. Y se pregunta qué pueden hacer, aparte de tenerlo guardado y hacer un «agravio» a la ciencia y al patrimonio. Estas prácticas están prohibidas por ley y tienen importantes sanciones.
En caso de estar ante un posible resto, lo que se tiene que hacer es avisar en el Ayuntamiento o contactar con entidades como el Grupo de Naturalistas de Osona, la delegación territorial de la Institución Catalana de Historia Natural (ICHN). Y evitado manipularlo. En todo caso, fotografiarlo para poder mostrar el hallazgo a los expertos.
En Cataluña hay una treintena de piezas similares descubiertos a diferentes puntos del territorio y de diferentes especies.