Sociedad
La Generalitat pone en marcha una prueba piloto con ayudas para la rehabilitación de viviendas en desuso en las zonas rurales
Los municipios tendrán que tener menos de 500 habitantes o menos de 3.000 con 10 o más núcleos de población
En total, estos municipios suponen el 39% del total en Cataluña y actualmente residen 138.112 habitantes, sólo un 1,8% del total pero que ocupan el 43% de la superficie del país. Son zonas que se ha ido despoblando por el envejecimiento de la población, las dificultades de la comunicación o las pocas ofertas de trabajo, entre otros, pero que después del confinamiento pueden haber despertado el interés de familias que quieren dejar la ciudad.
En un principio, se destinarán dos millones de euros y los primeros proyectos se escogerán el próximo 31 de enero. Desde la Generalitat, se quiere hacer un acompañamiento para los ayuntamientos con una capacidad económica menor o de gestión más limitada. La convocatoria inicial permitirá actuar sobre unas 25 o 30 viviendas y se estudiará la particularidad de cada caso.
Para el arrendamiento de las viviendas, se pueden aplicar diferentes fórmulas, desde la rehabilitación a cambio del uso durante unos años, la granja rural, el derecho de superficie –hacer uso de una propiedad ajena durante un tiempo acordado- o una copropiedad temporal, dirigido a personas que no cumplen los requisitos para acceder a una vivienda de protección oficial pero no pueden pagar los precios de alquiler en el mercado libre. Sólo en casos muy puntuales, en aplicación de la Ley del derecho a la vivienda, se prevé una expropiación. Concretamente, será cuando sus propietarios no lo quieran poner a disposición y al mismo tiempo también se nieguen a tenerlo rehabilitado y en condiciones.
Una de las condiciones indispensables es que la vivienda sea utilizada como primera residencia. Así constará por contrato para evitar que al cabo de poco la persona o familia que lo ha ocupado lo deje para volver a la ciudad y lo destine, por ejemplo, a segunda residencia.
«Efectos multiplicativos» en la economía y la educación de las zonas rurales
Para la Generalitat, la iniciativa da incentivos a los propietarios de viviendas vacías y también tiene que servir para atraer nueva población que con la pandemia se esté replanteando cambiar el lugar de residencia. Se trata de una tendencia que ya se ha observado en varios municipios, que han visto cómo su padrón ha aumentado desde mayo, y se busca que también tenga un «efecto multiplicativo», ya sea en el sector de la construcción con las tareas de rehabilitación, en el comercio o en el mantenimiento de las escuelas rurales y consultorios locales. Por otra parte, si hay viviendas procedentes de activos de entidades bancarias se priorizarán.
La Generalitat tiene identificados actualmente 12.496 viviendas en municipios rurales de Cataluña, de los cuales la mayoría se encuentran en las comarcas de Gerona (2.839), seguido del Alt Pirineu y Arán (2.745) y Ponent (2.333). En el Camp de Tarragona, hay 1.762, en el Penedès 1.189, las Comarcas Centrales 1.115, en las Terres de l'Ebre410 y en el ámbito metropolitano de Barcelona 103.